Y cuando las estaciones cambien ¿estarás junto a mi?
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Sipnosis:
La adolescencia está llena de sensaciones nuevas y desconocidas.
Por ejemplo el calor que siente Amaia cuando vio a Guido por primera vez. Haciéndola entrar en un verano candente.
Ta...
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Estaba haciendo mi cama de una plaza. Y justo en ese momento sentí el sonar de mi celular. Alguien me estaba llamando.
Pero pasó algo, no encontraba mi celular. Solo sentía como sonaba, claramente estaba en mi cuarto, ¿dónde?, no sabía con exactitud.
Empecé a hurgonear los muebles, desde mi escritorio y el estante blanco de mis libros y nada. El celular dejó de sonar, pero después volvió a sentir el sonido de llamada. Y ahí fue cuando se me ocurrió agacharme y estaba debajo de mi cama.
Y ahí recordé la noche anterior. Estaba leyendo de noche en mi celular, y después no recuerdo más. Puede que quizás me haya quedado dormida y haya soltado mi celular y por ese motivo llego al suelo.
Por suerte no se rompió, el protector de pantalla y carcasa al parecer era de buena calidad.
Revisé el celular de pie y vi el registro de llamada perdidas. Dos eran de Guido.
¿Porque me habría llamado? Bueno para saberlo debo llamarlo. Debo confesar que pasar tiempo con el chico ha provocado que también herede lo bromista. Y ahora se me daba natural, hablar de vez en cuanto entré bromas se ha hecho una costumbre entre ambos, y se había convertido en mis momentos favoritos.
—Al fin contestas. Llegué a pensar los escenarios más catastróficos.
—Eres dramático, solo me demore unos minutos. Porque no encontraba mi celular.
—Yo pensaba enserio en cosas horribles. Por ejemplo, que estabas en tu dormitorio con un chico haciendo cosas tan interesantes que provocarán que ignoraras a tu amigo.
—Y si pasara. ¿Cuál sería el problema? Yo estoy soltera y puedo liarme a quien quiera.
—Pero quieres liarte personajes ficticios que no existen.
—Esta vez te pásate con tus bromas.—Conteste enfadada, ya que nadie podía tocar a mis personajes literarios.
—Perdón.
—¿Porque me llamabas?
—Pues yo gane una apuesta y pues me debes un favor y vengo a cobrarlo.
