Estaba casi todo listo para la boda de mis padres, ahora solo faltaba esperar los días. En cuanto al vestido de novia de mi madre, yo la acompañe para escoger uno. Y debo admitir que sentí una pequeña envidia de mi madre, ya que todos los vestidos que se había probado le quedaban espectacularmente bien.Debo admitir que escoger un vestido debe ser muy difícil, ya que la tienda estaba repleta de diferentes tipos y cortes. Mi mamá le costaba decidir, pero cuando finalmente se probó el indicado, note como una sonrisa se le dibujaba en su rostro, el cual indicaba que ese era el correcto e ideal para ella.
No sé cómo mi padre estará con la elección de su traje, ni siquiera si ya lo ha comprado. Pero algo me dice que debe estar muy feliz al igual que mi madre.
Al regresar a la casa, yo y mi madre lo primero que hacer es pensar en donde esconder el vestido de novia. Porque hay una superstición que, si el novio ve el vestido de la novia, aquello podría dar mala suerte. Asi qué modo encontrar un escondite.
Cuando ya logramos guardar el vestido, justo ene se instante llego mi padre de su empleo. Por suerte no llego antes o si no hubiera visto el vestido.
—¿Cómo están?—Pregunto mientras se sacaba la corbata que tenía y la chaqueta.
—Bien—Contestamos al unisonó yo y mi madre.
—Han ido de compras. ¿han ido a ver el vestido?
—Si.—Afirme.—¿Puedo verlo?
—Sabes que eso podría dar mala suerte. Y si quieres verlo debes aguantarte hasta el día de la boda.
—Bueno, bueno está bien querida rascacielos.
Justo en ese instante mi celular empezó a sonar, la canción que tenia de tono de llamada era la que me había dedicado Guido, si ya se soy muy cursi. En fin, me convertí en lo que más quería evitar ser. Conclusión, las sorpresas que dan la vida.
—Perdón, pero debo dejarlos solos.—Comente y me dieron la aprobación para ir a mi dormitorio y atender la llamada.
Quien me estaba llamando era Guido, con tan solo leer su nombre en mi móvil, me hacía feliz.
—Hola nutria.
—Hola novio.
—Me pones nervioso Amaia, especialmente cuando me dices novio.
—Se supone que eso eres.
—Y me encanta serlo.
—¿Por qué me llamabas?
—Te llamaba para hablar, y también hacerte una invitación. Tener nuestra primera cita romántica. Aunque igualmente tengo otros planes.
—¿Otros planes?
—Digamos que estoy afuera de tu casa, para decirle a tus padres sobre nuestra relación.
Lo primero que pensé al escuchar aquello, fue en como reaccionarían mis padres. Especialmente mi papá, que me había dicho que sería un espanta novios.
—¿Estas seguro?—Le cuestione
—Quiero hacerlo todo bien, no quiero ser tu novio a escondidas. Sería interesante, pero me quiero evitar dramas familiares. Asi que ahora voy a golpear la puerta.
—Espera, aun no lo hagas.
—¿Por qué?
—Guido, ¿y si no aceptan nuestra relación?.
—Pues hare lo que sea para ganarme a mis suegros. Nada es fácil en la vida eso lo tengo claro.
—Está bien.
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Cuando cambien Las Estaciones (+18) (Actualizando)
RomanceY cuando las estaciones cambien ¿estarás junto a mi? --- Sipnosis: La adolescencia está llena de sensaciones nuevas y desconocidas. Por ejemplo el calor que siente Amaia cuando vio a Guido por primera vez. Haciéndola entrar en un verano candente. Ta...