32| Segundo año de rehabilitación.

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Este año cumplí 19 años, este cumpleaños fue un poco mejor comparado con el año anterior

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Este año cumplí 19 años, este cumpleaños fue un poco mejor comparado con el año anterior. Ya que el del número 18 lo pase encerrada en mi dormitorio, y este año logre salir al patio de la casa.

Aun tenía recaídas, y seguía vomitando. Pero esta vez no era porque yo me lo provocado, en eso había un cambio. Lo hacía involuntariamente, mi cuerpo solo había adquirido el habito de vomitar lo que comiese, y eso provoco que regresara al hospital.

En cuanto al menú, me habían agregado más cosas, ahora inicie a comer carbohidratos y carnes. La verdad me gustaba que los cambios fueran de manera progresiva, de apoco iban aumentando las comidas, lo cual provocaba que me sintiese un poco más cómoda al respecto.

Este año salí de mi casa, es un logro, aunque igualmente usaba ropa ancha. Pese a eso, había sido un logró. Además, entre a la universidad y me decidí a estudiar la carrera de letras en la cual consistía en darme herramientas para analizar textos, interpretarlos e igualmente a escribir, lo cual me gustaba.

Y también confesé que escribía, lo cual fue algo difícil. Pasar de escribir de manera incógnita, a decirle a mis amigas, fue un gran salto. Siempre tenia miedo de que supiesen que escribía, quizás por el miedo de que algún día leyesen algo de mi autoría y los despreciaran. Igual quizás por el miedo de que descubriesen mi lado imaginativo, el cual narra novelas románticas.

Hablando de la escritura, me acorde de usuario12345, he perdido el contacto y aunque he tratado de enviarle un mensaje, me deja en visto. Eso hacía que sintiese culpa, ¿quizás había hecho mal?, ¿lo había espantado? La voz interna saboteadora aun seguía impregnada en mi ser.

Por suerte Lincy quedo en la misma universidad que yo, aunque ya no seremos compañeras ya que escogió otra carrera distinta a la mía, pero al menos nos toparíamos por los pasillos. Y si hablamos de Marina ella quedo en un instituto donde selecciono la carrera de repostería.

Ir a la universidad era un desafío difícil, pero quería intentarlo, y si pensaba que quizás podrían criticarme y eso hacía que me bajoneara. Pero debía intentarlo. Quería correr ese riesgo, y pues si me sentía mal. Pues simple volvería a la casa estudiar de manera virtual.

A mis padres les preocupaba este desafío que yo había creado, pero igual me apoyaron y me hicieron saber que si me pasa algo ellos estarán ahí para ayudarme. Solo debía informarles.

La universidad era enorme, era fácil de perderse. Por primera vez en la vida me gustó madrugar, porque como había llegado con mucha anticipación, tendría tiempo para recorrer el lugar y radicalizarme con él para saber dónde está mi aula.

Y si era muy temprano pero aun así había alumnos, quizás eso se deba a que muchos viven en zonas rurales y deben madrugar.

Caminé por el patio y me dirigí al campus de mi carrera, en la entrada estaban los casilleros. Era un pasillo largo, y más al fondo estaban los baños. Después subí al segundo piso en busca de mi aula, la cual me costaba encontrar. No sabía si estaba en el segundo piso, quizás estaba en el tercero. Por suerte vi a un chico alto de tez morena, y me acerqué a él.

Cuando cambien Las Estaciones (+18) (Actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora