Y cuando las estaciones cambien ¿estarás junto a mi?
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Sipnosis:
La adolescencia está llena de sensaciones nuevas y desconocidas.
Por ejemplo el calor que siente Amaia cuando vio a Guido por primera vez. Haciéndola entrar en un verano candente.
Ta...
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No sabía que pasaba, pero esas sensaciones de calentura que sentía al ver a Guido, de alguna manera se habían extinguido. Quizás era porque estaba madurando o de tanto pasar tiempo con él, todo cambio.
En cuanto a las bromas seguían ahí de vez en cuando nos decíamos algunas, pero lo empezaba a ver como un amigo. Ya no me sentía un sol ardiente a su lado, ahora me notaba más tranquila, segura. Con una sensación de como estar en casa.
Antes me daba pena cuando me lo topaba, y quería huir, pero ahora no. Solo quería quedarme horas y horas a su lado, porque me hacía reír.
Ya no me atraía, ahora percibía más cariño que calentura.
En cuanto a Lincy, ella no me ha pedido que me alejase de su hermano, lo cual pensaba que era probable que sucediese. Ahora siempre convivíamos los tres.
El verano entero estábamos juntos. Siempre había panoramas.
El día de hoy fui a la casa de ellos, pero Lincy había salido a así que me quedé un tiempo a solas con Guido mientras la esperaba.
—Amaia, ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?
—¿Estas de coña? —Antes en el pasado ya me había preguntado eso.
—¿Qué?, es que no sé de qué hablar.
—¿Cómo que no sabes?, si siempre el que inicia las conversaciones eres tú.
—Bueno, tu hobbie favorito es leer y estar conmigo.
—Si tu adivina mis hobbies yo haré lo mismo.—Me reto el chico.
—Ya.
—Tu hobbie favorito es armar rompecabezas y fascinación por los cubos rubiks. Y también soñar conmigo.
Cuando iba a su cuarto lo primero que veía era un mueble lleno de figuras de cubo rubiks, de diferentes tamaños y colores. También rompecabezas.
Y si iba a su cuarto era solo para interactuar, nada de cosas obscenas si es que en eso piensan.
Antes me daba vergüenza el hablar entre bromas, pero me había acostumbrado a tal punto que aquello se convirtió en algo más normal en nosotros. Además, ahora al no sentir esas hormonas, se me daba más fácil.
—Vaya que cerebrito eres Nutria. ¿Y qué sueño contigo?
—Mmm, muchas cosas.
—Muchas cosas, interesante.
—¿Y porque te gusta estar conmigo?
—Porque eres mi amigo el bromista.—Le sonreí
—Sabes nutria me he acordado del reto que habíamos hecho hace tiempo atrás. Si recuerdas yo lo gane, me debes un favor.
Bueno después de hacer el reto en donde el chico gano y me llevo al cine. Pues hicimos otro reto, en donde fuimos a correr y quien llegaba primero a la meta pues era el ganador. Y si perdí, pese a que me ejercitaba en casa, no fue suficiente.
