Fue una sorpresa cuando ya llegando la noche el celular de Inupi sonó, mostrando el nombre del alfa avisando que en quince minutos saldría.
Kokonoi no tardó en preparar todo. Rentó una habitación en un hotel de lujo que quedaba cerca de su junta del trabajo al día siguiente para que saliera provechoso pedir toda una noche, mientras Inui comenzó a armar una bolsita con preservativos, supresores y finalmente una pequeña pistola. Vio el arma entre sus manos sin estar seguro. Hajime le había comentado que solo llevara algo de gas pimienta o una pequeña daga por si acaso, pero, ¿eso podría si quiera hacerle cosquillas a Taiju?
Ambos lo habían elegido, estaban casi seguros de que no les haría nada, sin embargo, ¿y si no todo salía como pensaban?
¿Si Taiju cambiaba al entrar en calor por sus celos?
¿Si trataba de marcarlo?
¿Si trataba de marcar a Koko?
Todas las posibles malas consecuencias golpeaban su mente sin cesar. No podría detener a Taiju apuñalandolo, así que era solo para una emergencia. Sin siquiera decírselo a Hajime para no llenarlo de sus nervios, guardó el revólver en su bolso.
Le dieron la ubicación a Taiju por mensaje y se subieron al auto para llegar al lugar. Inupi iba manejando, con una mano en la palanca de velocidades y otra en el volante, dando golpecitos con la punta de sus dedos como si siguiera una melodía, pero solo era una forma de expresar sus nervios.
Cuando el hotel que eligieron estuvo a su vista desde la calle, Kokonoi colocó su mano sobre la suya.
—¿Estás bien con esto? Porque dejar a Taiju plantado también suena como una opción divertida.
—Él realmente no va a querer volver a vernos si le hacemos algo como eso –Inupi pudo ver de reojo que Koko trato de aguantar una risa por sus palabras —. Creo que estoy... Solo estoy nervioso, es tonto porque yo fui quien lo pensó, es solo que, necesito un poco de ti en este momento, ¿sabes?
—Bien, sé que es peligroso, pero, al salir no tomé mis supresores, y dejar de sentir las malditas nauseas creo que hace que valga totalmente la pena seguir con esto, y si algo sale mal, será una experiencia que vamos a conseguir juntos. Ambos estamos en esto —Ambos entrelazaron sus manos. Inupi pudo respirar hondo, enfocándose en lo bueno y en el bienestar de ambos.
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Cuando Kokonoi, y Seishu entraron a la recepción del hotel, no fue la hermosa y pulcra decoración lo que les robó la atención, ni el recibimiento del personal abriendo la puerta y pidiendo sus maletas. No. Aquello que se clavó en sus mentes hasta el punto de no prestar atención a las preguntas de la recepcionista fue Taiju, el hombre ya los estaba esperando recostado de la pared porque al parecer ignoraba las sillas del local. Su cabello estaba suelto y húmedo aún para aplanar el volumen sin llegar a empapar su camisa. Su cambio de ropa fue simple, lo casual de una simple camisa con los primeros botones abiertos y unos jeans oscuros casi chocaba con la formalidad del lugar, lo cual era visualmente refrescante.
Las inseguridades se iban drenando y todo parecía ser una idea manejable otra vez.
—Taiju —Koko lo llamó una vez que acabaron en la recepción, y se acercaron al alfa que permanecía inmóvil desde que entraron —. Mierda, te he visto muchísimo más arreglado para ir a la iglesia, ¿no te impresiona para nada mi elección?
—Pensé que sería más fácil mientras menos ropa tuviera –Taiju comentó atrapando con la guardia baja a los omegas, que se sobresaltaron por su respuesta. Se miraron entre ellos y luego hacía atrás esperando que no lo hubiesen escuchado.
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BAD SAD AND MAD
Fanfiction"La relación de Koko e Inui era envidiable, cualquiera podría decir que eran el uno para el otro y no sé equivocarían. Había un solo detalle, ambos eran omegas. Cuando la necesidad de un Alfa se hace presente para sobrellevar el celo, Taiju entra a...