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 Aquí nuevo capitulo💟 verán como Taiju pasara tiempo de calidad con Koko e Inupi 👻




—Oye, oye, ¿te gusta? –Koko preguntó, meneando su trasero frente a Taiju e Inupi, luciendo una de las vulgares tangas con estampado de leopardo que había ofrecido el hotel junto a su paquete de "lujo para el amor".

El propósito principal, en vez de realmente pensar que era excitante, era más burlarse del pésimo gusto de los encargados.

—Te ves bien, aunque no es tanto tu tipo de lencería –Inupi comentó, riéndose y dejando caer sus manos sobre los glúteos de su pareja, rozando con sus yemas el borde de la prenda.

—No es como si importase, ¿verdad? El punto es quitárselo.

—Taiju, un día te mostraré lencería tan buena que lo menos que vas a querer es quitárnosla –Hajime se volteó hacía el alfa y se sentó sobre su regazo, rodeando el torso ajeno con sus piernas—, pero por ahora no te reclamaré si arrancas esta.

—Bien –Taiju respondió, bajando un poco la pequeña prenda de Koko y dejando al descubierto la mitad de su trasero. Siendo sincero consigo mismo, no sentía nada.

Koko e Inui eran bellísimos, y sabía que eran compatibles en la cama. Aún así, sentía como si su deseo sexual hubiese sido cruelmente pateado y lanzado fuera de cancha. Sus intentos por recordar sus anteriores acostones o lo ansioso que había estado los últimos días para encontrarse otra vez con ellos no le servían de mucho instintivo, ya que cada que quería usar su memoria, el vívido recuerdo del revoltijo que sintió con el encuentro de Hakkai y Mitsuya volvía a él junto a arrepentimiento y vergüenza. ¿Por qué demonios tenía que seguir siendo afectado? ¿Cómo podía permitirse eso? Ese no era un comportamiento adecuado; eso no era lo que tenía que pensar en ese momento. ¿Por qué solo no podía estar feliz por su familia y amigo? ¿Por qué no había podido dejar de ser una persona tan egoísta?

Taiju sabía que simplemente no podía controlar sus emociones. ¡A la mierda las tres sesiones secretas de terapia que tuvo de adolescente!

No obstante, sabía muy bien que no estaba ahí para sumergirse en sus pensamientos y meter su pene dentro de su pantalón cuando, literalmente, el único propósito de su estadía en ese hotel era coger.

—¿Qué sucede? ¿Tanto te desagrada esta tanga que no haces nada? –Koko interrogó con una mezcla de burla y regaño, tomando la quijada de Taiju entre sus dedos para alzar su rostro e iniciar un beso.

El alfa le cedió el control sin protestas, dejó que Koko moviera su lengua con libertad en su boca, que mordiera y succionara sus labios a su gusto. Sintió que sus manos comenzaron a merodear alrededor de su pecho. Aceptaría cualquier cosa que lograra cumplir su propósito de satisfacerlos y así poder irse lo más pronto posible.

—Oh, mierda, Taiju, ¿crees que soy idiota? –Hajime se detuvo de un momento a otro, exclamando aún a unos centímetros de la cara del alfa para que pudiera captar cada detalle de su expresión de enojo—. Una muñeca inflable tendría más carisma que tú en la cama en este momento.

—¿Qué? –Taiju frunció el ceño, mientras el otro se bajaba de sus piernas, dándole la espalda para estirarse y suspirar.

—Seishu, ¿notas que algo le pasa? —Kokonoi giró su vista de repente al rubio, quien lo miró sorprendido, ya bastante confundido con la escena.

Inupi entrecerró los ojos y ladeo la cabeza como si necesitara un momento para buscar en su mente los indicios de un comportamiento fuera de lo habitual. Sorprendentemente, Hajime, con todo y molestia, esperó pacientemente a que su pareja terminara ese proceso.

BAD SAD AND MADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora