03

1.1K 115 53
                                    


Lamento la tardanza :( pero aquí les dejo el nuevo capitulo, espero les guste💖





Ir a la iglesia era un respiro para Taiju de su apretada agenda. Ya fuese por tratarse de un día laboral, el horario, o lo que fuese, el lugar casi siempre se encontraba desolado, permitiéndole a Shiba sumergirse con tranquilidad en su oración. Había dejado hace mucho atrás la idea de que Dios le daba misiones que cumplir con violencia. Por ahora, todo se había minimizado a contar las experiencias notorias de cada día. También podía exponer algunos de sus deseos y angustias. No es como si hubiesen muchas cosas que pudieran perturbar su paz, pero por ejemplo, cuando escuchó el tono de mensaje de su teléfono estaba casi seguro de que la próxima vez que volviera tendría una anécdota que contar; que incluirá a un par de omegas.

Cuando revisó de reojo el nombre de Kokonoi en la pantalla de su celular fue una de las pocas veces en las cuales no se sintió tan grato de tener razón. En primer lugar, aquellos dos significaban sexo, y no iba a pensar con el pene en la iglesia. Se retiró casi de inmediato, terminando su conversación con Dios de forma abrupta sin siquiera haberle prestado atención del todo a lo que dijo al final. Detestaba admitirlo, pero su libido solo había comenzado a incrementar desde el primer acostón y satisfacer sus instintos alfas se sentía demasiado bien como para querer realmente volver a sepultarlos.

Una vez afuera, recostándose de la pared, y tratando de cubrir su rostro levantando el cuello de su abrigo para huir del frio, pudo leer el: "¿Estás libre en este momento?" de Hajime.

Shiba no sabía mucho de coqueteos, química, o cosas que tuvieran en los acuerdos sexuales para mantenerlos, pero aceptar inmediatamente sonaba desesperado para él. Eso, o era un idiota orgulloso que le costaba ir al punto en cosas que no entendía del todo.

"¿Para qué?" Taiju envió la pregunta, sintiéndose idiota al instante por su ridículo intento de mínima conversación. Koko lo había leído, sin embargo, no le respondía, y justo antes de poder ejecutar su brillante plan de apagar el celular y volver a prenderlo al día siguiente solo para decir: "Se me presentó algo" cuando el recuerdo de su mensaje ya no le diese remordimiento. Una bocina de un auto lo sacó de su mente. A unos metros estaba la calle y, cerca, un lindo auto negro estacionado desde hace sabe cuándo, pero cuando bajó la ventana revelando el rostro de Inui como conductor sabía que esos idiotas estaban al tanto de que estuvo haciendo todo ese tiempo y, posiblemente hasta el momento de enviar el mensaje fue calculando y suponiendo cuando ya estuviera a punto de terminar su visita a la iglesia.

El alfa solo chasqueó la lengua guardando su celular y se acercó al auto. Se inclinó, sosteniéndose de la ventana casi totalmente abajo, logrando notar a Koko sonriente en el asiento de copiloto.

—Podemos llevarte a Disneyland o podemos ir a un motel, tú decides —Inupi habló con una pequeña sonrisa traicionando el tono serio de sus palabras.

—Buenas tardes para ustedes también —Taiju bufó, entrando para ocupar uno de los asientos traseros sin siquiera preguntar, ya era más que claro que no tenía que hacer preguntas de más si solo estaban ahí para follar—. Pensé que te faltaban unos días más para tu celo, Koko.

—¿Uh? ¿Acaso has estado contando los días desde nuestro último encuentro?

—Solo es una cosa de usar un poco el cerebro.

—¿Entonces no podemos decir que no nos esperas con ansias?

Taiju no respondió nada. Aunque sabía que eso significaba que Koko alzaría la cabeza orgulloso en victoria, prefirió no responder, ya que era un área gris que prefería no sobrepensar. Al final, a cualquiera le gustaba el sexo, que Taiju tardara casi 30 años era otra cosa.

BAD SAD AND MADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora