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Nuevo capitulo💖 esperamos que lo disfruten🦈🐈‍⬛🐕






—Ugh —Taiju no pudo retener una arcada cuando la pastilla amarga recorrió su garganta, dejando aquel rastro desagradable como recuerdo.

Estaba excesivamente perceptivo, desde su paladar hasta su vista, audición y tacto por culpa de su celo. Incluso el contacto de su ropa con su piel era irritante a pesar de que era la segunda pastilla que tomaba ese día, y mierda, apenas eran las ocho de la mañana.

Y mientras el calor seguía acumulándose, el deseo de querer llamar a Inupi y Kokonoi le hacía agua la boca ante la idea de saciarse en la comodidad de ambos omegas, no obstante, no lo haría. Estaba arrastrando su cuerpo, aferrándose a la fortaleza de su mentalidad junto a los supresores para poder seguir trabajando. El trato con los omegas no incluía ser atendido en su propio celo y necesitaba distraer su mente con algo. Si hubiese pasado siquiera unos diez minutos más sobre su cama repasando el beso que le dio Takashi antes de irse sin ninguna explicación definitivamente terminaría por vomitar.

—Jefe...

Taiju podía mantener una postura decente. Trataba de estar atento a los pedidos en la cocina para no ser un estorbo, hacía lo posible para mantenerse activo y controlado. Lastimosamente para sus empleados, moderar su humor estaba fuera de su alcance, y por más que trataba de no ser tan obvio el ceño fruncido, inevitablemente aparecía a la más pequeña alteración, y la forma en que su recepcionista se sobresaltó cuando volteo a verla lo llevó a acariciar el puente de su nariz con un suspiro, como si pudiera deshacerse del estrés así.

Usualmente podía mantener un ambiente de trabajo bueno, eficiencia y con comunicación entre el personal; no dejaría que las ganas de masturbar su miembro y follar lo abrumaran para arruinar su trabajo.

—¿Qué sucede?

—Unos clientes quieren verlo.

—¿Hubo problemas con la comida, o quieren agradecer? Sea cual sea la razón, tenemos un chef principal aquí que puede responder por ello.

—Piden hablar con usted directamente. Pidieron uno de los postres más caros del menú y ahora aseguran que no pagarán nada si usted no va.

Taiju tenía suficiente con luchar con sus propios malestares como para poder soportar la idiotez de sus clientes. Se quitó la red de cabello y el mantel, tirándolos con fuerza sobre uno de los mesones de la cocina, yendo en camino hacía los clientes problemáticos, siendo guiado por la chica.

Con cada paso que daba había una pequeña voz en su cabeza que le aconseja qué hacer.

Debía conservar la calma y atender las malcriadeces de sus clientes.

Quería tirarles la mesa encima y echarlos a patadas. Podía decirles que se fueran a la mierda, que no pagaran, cerrar el restaurante, mudarse a otro país y morir tirado en algún desierto donde no tendría que saber nada de más nadie.

—Hola, Taiju.

La forma en que la irritación de Taiju bajó drásticamente al ver a ambos omegas sentados en la mesa fue sorprendente incluso para él mismo, y la forma en cómo Inupi le sonrió suavemente y Kokonoi alzó el rostro con orgullo le hacía claro que lo habían notado. Podía regañarlos por la broma, pero la tranquilidad que sintió al verlos a ellos en vez de otro problema le agradecía internamente.

BAD SAD AND MADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora