𝐓𝐑𝐘 [ᴛᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ] (Terminada)

Capítulo XXVII: Prueba de valor

No recuerda haber sentido el rechazo de alguien.

No recuerda haber sentido como su corazón se partia.

¿Eso fue lo que sintió el bicolor cuando esté se negó?

No recordaba como Todoroki paso de quererlo a pasar de él. Claro, todo no queriéndolo.

Y sabía el porqué.

Era su culpa.

— ¿Bakugou?— pregunto Aizawa dejando de prestar atención a la pizarra inteligente con la que estaba explicando su clase.

— No me pasa nada— respondió cortante dejando de ver la ventana.

Y Shota sabía que si pasaba algo, pero no debía indagar de más frente a todos.

— No lo decía por eso, pero que debemos hacer en estás ocasiones— dijo apuntando con el puntero láser las imágenes de su gente corriendo desesperada tal cual lo fue con la guerra con la liga de villanos.

— Liderar a los grupos infantiles y mujeres embarazadas hasta el búnker, después de ello debemos ubicar a los hombres y mujeres con capacidades de pelear en filas disparejas, confundiendo al enemigo.

— Correcto. Cómo ya todos sabrán esos son los pasos que seguimos para evacuar, después de la Liga nuestro país entro en caos y las prefecturas se alejaron de la capital. Es por eso que nuestro trabajo y es el de unirlos...

Aizawa seguía impartiendo la clase más aburrida de la historia después de todo ello, siempre tomaba evaluación sorpresa, Bakugou sabía todo por lo que no debía preocuparse en estudiar.

Sin embargo antes de esa pregunta se notaba a leguas que estaba en otro mundo. En un universo llamado Todoroki.

Todoroki a diferencia de cuando el lo ignoraba, no le saludaba, no le hablaba, no le sonreía, ya no era su amigo. O bueno, se contuvo todo el tiempo.

Ya ni eran nada. Y eso lo estaba carcomiendo. 

Habían pasado dos semanas y no tuvo la oportunidad de acercarse a el. Todoroki andaba en otras cosas.

Recuerda haberse levantado en la madrugada y verlo caminando directo hacia la habitación de Momo, recuerda haber escuchado unas risas detrás de la misma.

Recuerda haber visto a ese duo divertirse en la nieve, jugando como niños pequeños.

El quería estar ahí, pero si lo estaba perdiendo era enteramente su culpa.

Todoroki dió todo de si y el apenas estaba formando su plan. En estos momentos odiaba no haberse movido ese día que lo dejo solo en su guarida.

Odiaba ver a ese par reír, odiaba ver cómo el bicolor cada vez le abrazaba por la cintura y ella ni se inmutaba. Odiaba verla tan feliz, odiaba ver los roces que se daban, aunque claramente no fueran en una invitación para algo más.

Odiaba ver qué hacían tan bonita pareja cosa que el no alcanzaría.

Odiaba verlos como dos enamorados.
Porqué así debía ser según todos.

Odiaba ese sentimiento crecer cada vez más en su pecho. Oh...

Así que sin importar que y el lugar donde estaban tomo la mano del bicolor y lo arrastró fuera del comedor bajo la atenta mirada de todos digo todos porque estaban en el comedor general de toda la academia.

Había explotado, pero no como lo hacía normalmente, sino de manera silenciosa. No levantaba la vista del suelo y seguía caminando sin notar resistencia del mayor, quién solo lucia confundido y el fondo quizás alegre.

Se aseguró de llegar al lugar secreto. Ese que de alguna u otra manera comenzaba y acababa las cosas.

Con los ojos llorosos hizo lo que alguna vez juro que no haría.

Se confesó. Ya luego se arrepentiría de ello, pero era ahora o era nunca. Un ser orgulloso como el no podría volver a repetirlo.

— Antes que digas algo quiero que sepas algo. Yo no soy fácil de llevar, reconozco que tengo una actitud de mierda, que mi lenguaje no es el más delicado— hablo soltando su mano y ver esos orbes disparejos con una especie de brillo—  Pero ya no puedo negarlo ¿Entiendes? Me harté de estar desvelandome pensando en que estás haciendo mitad-mitad.

— Me gustas ¿okey? ¡Odio el sentimiento de estar pensando en alguien y que ese alguien seas tú, odio la manera en que arruinas mis planes, odio la manera en que miras a la cola de caballo, odio la manera en que pareces divertirte y pasas página mientras yo doy lo mejor de mi!

— Bakugou...

— No, mira, es raro ¿Sabes? Es raro que yo esté haciendo esto y sepa tu respuesta inmediata.

— ¿Cuál es mi respuesta inmediata entonces?— pregunto observando al rubio con sorpresa en su rostro. Nunca pensó escuchar una confesión de su parte o bueno, pensó que le tomaría más tiempo.

— No, esa es tu respuesta, porque después de todo ya te cansaste ¿no? Ya tienes un reemplazo— concluyó pasando el dorso de su mano sobre sus ojos, las lágrimas que había soltado cuando grito todo pasaban factura.

— No tengo a nadie— comento acercándose hasta estar a unos centimetros del más bajo— Y no me canse, te dije que esperaría incluso si pasaban años— y justo después de decir aquello lo abrazo.

Esperaba recibir un golpe o hasta tal vez que lo aleje a la fuerza, pero jamás espero sentir los brazos del contrario rodearlo.

Jamás espero sentir los cabellos del rubio en su mejilla.

Jamás espero ver al rubio llorar por alguien. Sin embargo, le daba rabia que el sea el causante del llanto, así que sin mencionar nada llevo su mano derecha a sus cabellos y los acaricio, como lo hacía su madre con el antes de la tragedia.

Y con su mano izquierda volvió a rodear su cintura para no alejarlo. Ya no lo haría. Ya no quería.

Todo eso ajeno a el. Ajeno a ese hombre que miraba a la distancia como dos personas se abrazan con tanto pesar, pero a la vez con tanto alivio. Ojalá el se llegue a sentir así cuando ella lo acepte.

.
.
.

— Me alegro por ellos.

— ¿No te sientes mal?

— Yo creía estar enamorada, pero gracias a su rechazo, me di cuenta de cosas más importantes— dijo ella dejando de escribir en su cuaderno.

— ¿Cuáles?

— Que tengo a alguien que me mira de una manera que no es de simple amistad ¿verdad, Tetsu?

...

EDITADO