𝐓𝐑𝐘 [ᴛᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ] (Terminada)

Capítulo XVIII: Idea

— ¿Bakugou, podemos hablar?— pregunto el bicolor poniéndose al frente del cenizo, impidiéndole el paso, estaba preocupado y la mirada del héroe mayor le resultaba incomoda.

— Tch, habla de una vez.

— A solas, por favor— dijo Shoto mirando al rubio mayor asentir para alejarse de ambos y darles espacio.

— ¿Qué quieres bastardo?

— ¿Cómo te encuentras?— pregunto Shoto con algo de preocupación evidente en su forma de hablar.

— ¿Cómo crees? De maravilla— comento sarcástico.

— Si quieres puedo ir a po-

— No necesito de tus cuidados— mencionó cortante para pasar por su lado sin ni siquiera mirarle.

Bakugou sabía que estaba siendo infantil, pero nunca lo confesaría por la simple razón que su orgullo podía más y no le gustaba mostrarse débil.

Así como también que no admitiría que disfruto mucho lo que hicieron a pesar del dolor.

.
.
.

En la residencia ya siendo las 6 de la tarde, y los estudiantes recostados por cualquier parte de esta, debido al cansancio extremo a los que eran sometidos en su ultimo año, por las prácticas profesionales.

Se pudo escuchar como dos de ellos hablaban no tan alto, pero tampoco tan bajo. Este era el caso de Ashido Mina junto a Todoroki Shoto charlando en uno de los tantos sillones del lugar.

— ¿Y Todoroki-kun, puedo decir que las cosas fueron bien?— pregunto Ashido fortando sus manos entre sí por el frío del ambiente.

— Uhm— emitió sin expresar palabra,  ya llevaban un buen tiempo hablando de cosas sin sentido para llegar a este punto.

— Siento haberlos presionado, yo... Yo no debí poner ese reto, de verdad Todoroki-kun mis sinceras disculpas, si yo no hubiera dicho eso Bakugou no estaría molesto contigo— expresó ella con clara culpa.

Y es que cuando estos dos estudiantes volvieron a la residencia, Bakugou ignoro por completo a Todoroki, dando una clara señal de que estaba molesto con él, cuando la verdad no era así y estaba todo bien entre ellos.

Claro que Todoroki no diría eso, porque a ciertas verdades debía admitir que el reto que propuso Mina fue muy riesgoso y no podía terminar como ahora si hubiera sido otro caso, no estaba molesto con ella, pero si algo resentido porque tuvo que poner sus sentimientos en juego.

— El es así, lo debes saber— admitió mientras volteaba su rostro directo hacia las escaleras visualizando al cenizo bajar con un buzo suelto y un polo que hacía remarcar su figura— Ya pensaré en algo... Aunque creo que el ya no esta molesto— dijo antes de pararse y caminar hacia el rubio.

Estaba todo bien, se dijo Mina mentalmente mientras sentía en su nuca la mirada fulminante del cenizo, sí, tal vez ella exagero con su volumen de voz al momento de pedir disculpas y ahora debía hablar con Katsuki, quien literalmente la arrastro para saber que diablos estaba haciendo.

.
.
.

Pasadas unas horas los estudiantes se encontraban cenando, nadie hablaba y se entendía, todos tenían el asunto de las prefecturas en sus hombros junto al cansancio antes mencionado.

Ser los chicos más grandes les estaba costando. Solo se escuchaban los cubiertos chocando contra los platos sin intención de detenerse. Hasta que uno hablo.

— Hay exámenes el lunes— comento Iida tomando un bocadillo de la mesa.

Tal vez no fue la mejor noticia que alguien puede escuchar en estos momentos.

— ¡No quiero! Me doy de baja la vida— grito Kaminari a la par que se recostaba en la mesa por el golpe recibido por parte de Bakugou en una señal que guarde silencio.

— Buuu... Los exámenes nos dejarán sin descanso— susurro Mina sollozando fingidamente.

— No son tan malos Mina-san— interrumpió la secretaria del salón con una sonrisa para aliviar a su compañera— si se te dificulta yo te puedo ayudar.

— Gracias, pero tú también debes estudiar y mantener tus notas.

— Claro lo dices para quedar bien Porqué bien sabes que ella no necesita estudiar para aprobar— replicó Mineta mirando con recelo a la peli rosa.

— No peleemos por favor— hablo el presidente acomodándose los lentes poniendo fin a la conversación, no había mencionado lo de los examenes para esto.

Así como también puso fin al día poniendo a trabajar dos mentes, con diferentes motivos cada una.

Uno con recuerdos vividos del día anterior y la otra con un plan en mente.

.
.
.

— Bakugou ¿Estás despierto?— pregunto el mitad albino entrando a la estancia del menor, ya habían pasado dos días desde su encuentro y quería hacer algo con el contrario.

— No, deja de joder.

— Bien, yo estuve pensando y quiero proponerte algo— comentó ignorando lo último dicho por Katsuki.

...

EDITADO