𝐓𝐑𝐘 [ᴛᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ] (Terminada)

Capítulo XX: Intento 2 "E"

Ya era un nuevo día y ocurrían situaciones distintas, pero en distintos espacios.

Mientras en una habitación se estaban alistando— apurados— dos en el cuarto y una en el baño para tomar el primer tren de la mañana, en el otro dormitorio las cosas no iban bien que digamos.

Los dos jóvenes después de haber conversado de cosas triviales cuando apenas abrieron los ojos cayeron envueltos en sueño de nueva cuenta.

No sabían porqué pero a pesar de la alarma la ignoraron y siguieron durmiendo, sin importar que el tren era el único en el día.

Ambos no sabían cuánto, pero después de descansar lo suficiente sintieron que ya debían irse. El primero en reaccionar fue el cenizo que sobaba sus ojos con fuerza para quitar el cansancio mientras veía al mitad albino con una mueca por la separación repentina.

Luego de que el bicolor notará que el rubio se alejaba busco su celular notando como este tenía 20 llamadas perdidas y algunos mensajes de parte de su familia, nada importante, luego lo arreglaría.

Siempre estaba atento, pero como dicen para todo hay una primera vez.

Así que con pereza absoluta supo que era hora de decirle o sino tal vez iba a estar rostizado al final del día, pero antes de siquiera abrir la boca el rubio le interrumpió.

— ¡Apaga la maldita alarma!— reclamo el oji rubí mientras se quitaba la playera dándole la espalda. Algo que odiaba era la ruidosa melodía que desprendía el celular del otro.

— Sí, pero hay un problema.

— ¿Ah?— cuestionó volteado a ver a Todoroki a unos centímetros de él— ¿Qué clase de problema?— la pregunta había salido automática dirigiendo su vista a los labios del mayor.

— Ya es tarde para alcanzar el tren.

Y justo después de decir ello se arrepintió y juraba que se le había roto un tímpano.

— ¡¿QUÉ?!

— El último tren saldrá en 10 minutos y estamos a 30 minutos de la estación.

— ¿Y? ¡¿Qué estás esperando?! ¡Debemos alcanzarlo!— volvió a gritar mientras agarraba su polera y se la ponía encima sin ni siquiera arreglarse, no había tiempo.

— Bakugou... No vamos a ir ahí— confeso el bicolor ignorando al cenizo para dirigirse al baño, más nunca espero que el cenizo le saltará encima y lo tumbara al piso.

— ¡¿Por qué?!— grito de nueva cuenta acercándose al rostro de mayor con total amenaza activando su quirk.

— Las fotos— susurro para tomar su muñeca y alejarla de su cuerpo.

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— Bien, ya estamos todos. Vayamos— comento la chica saliendo del lugar para caminar cuesta arriba. Ya estaban tarde, pero quería volver con todos a la academia.

— Ustedes adelantense— indico Todoroki para tomar la mano del rubio- quien le dio una serie de reclamos, pero no les prestaron atención- y comenzar a ir cuesta abajo a lo que los otros se miraron entre sí y comenzaron a caminar a la estación de trenes.

Tenían sus dudas, pero no eran suicidas como para comentar algo, claro que Neito podría decir algo por lo que Kendo esperando eso le dio un zape jalandolo hacia la estación.

No esperando que este no reclamara nada y en su lugar se mostrará algo ¿curioso? No lo sabía describir, pero Monoma parecía tener ganas de experimentar algo parecido.

Oh... Si supiera que este ya había salido con el de quirk de lavado del cerebro, seguro no pensaría eso.

Volviendo a nuestros protagonistas. Estos estaban caminando juntos, hombro con hombro, hasta llegar a lo que parecía una avenida y verla decorada con nieve en cada una de sus calles. Era bonito, sí, pero no era muy apetecible para el rubio.

— Entonces estos son los lugares que la gente utiliza para sacarse fotos artísticas— pregunto el cenizo entrando en el local y viendo cuadros con diversas imágenes. No dudaba que hacían un trabajo pulcro, pero le parecía exagerada la tanta ficción que existían en las fotos.

— Oh... Sí, aquí hacemos fotos artísticas dependiendo de los clientes— comento la chica aplaudiendo al ver a la pareja peculiar que tenía por delante.

— Oh... Me gustaría tomar unas cuatro fotos— dijo Shoto mientras sonreía amablemente a la fémina, últimamente ese hábito se le estaba volviendo una costumbre por tener al rubio a su lado.

— Claro, ustedes decidan el concepto y nosotros las hacemos— comento la mujer de nueva cuenta girando sobre sus talones e ir a una repisa a sacar sus álbumes, para luego darselos a ambos y caminar hacia una sala de espera.

— De acuerdo ¿Bakugou, cuál quieres?— comento Shoto sentándose en el sillón para comenzar a pasar las micas, las fotos eran bonitas y no dudaba de la persona que había tomado las fotos de cuando el estaba en preescolar.

— Encárgate tú, no soy muy fan de esto— replicó el cenizo viendo los folletos repartidos por la mesa.

— Decide uno por lo menos— le intento convencer Shoto mientras levantaba su vista y se topaba con la figura que alguna vez había visto cuando niño.

No había cambiado nada.

...