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Capítulo 7

"Tenemos tres sacos gestacionales. Lo que significa que vas a tener tres bebés de una vez". Sana sonrió de oreja a oreja. Estaba contenta de dar la feliz noticia a la pareja.

"Oh, Dios", jadeó Jennie conmocionada. "¿Tres bebés? ¿Voy a tener trillizos?"

"Santa mierda..."

"¡Lili, no digas palabrotas delante de los bebés!"

"Azúcar..." Lisa cambió la palabra maldita de inmediato". ¡¿Tres?!

El universo sabía precisamente cómo meterse con Lisa. Los tres óvalos que aparecían en la pantalla eran una clara evidencia del tipo de vida que llevaría durante los próximos nueve meses. No era obstetra, pero tenía suficientes conocimientos sobre el tema.

"¡Nena, trillizos! ¡Oh, Dios mío! Van a ser tan bonitos!" Jennie apretó la mano de Lisa con entusiasmo. Sus ojos formaron la perfecta forma de media luna que indicaba lo extasiada que estaba por la declaración de Sana. Acortó su distancia y luego le dio a Lisa un suave beso en los labios. "Te amo".

"Te amo". Lisa le devolvió el beso.

Sana dejó que la pareja escuchara los latidos de sus bebés. No era tan fuerte ya que eran todavía muy pequeños pero era suficiente para que los padres se sintieran increíblemente felices. Lisa había escuchado muchos tipos de latidos en su vida pero nada podía superar los que estaba escuchando ahora.

Eran más que hermosos.

Y no se atrevía a imaginar si uno de esos corazones dejaba de latir.

Jennie estaba ocupada hablando animadamente con Sana para notar la contundente sonrisa que Lisa tenía en su rostro. Los embarazos múltiples se asocian a una mayor tasa de morbilidad y mortalidad neonatal, paralela al mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y otras morbilidades asociadas de alto riesgo. Así que, francamente, Lisa estaba lejos de sentirse aliviada en ese momento.

Sana hizo un DVD e imprimió el papel como documental para una pareja. Prescribió todos los suplementos que Jennie necesitaba y les informó de lo que debían hacer y no hacer y de todos los signos que debían tener en cuenta. Una vez terminada la sesión de consulta, Jennie se excusó para ir al baño dentro de la sala de prácticas de Sana.

"Lisa Unnie, trata de estar más relajada. Si no te conozco muy bien, diría que no estás contenta con esto". Sana hablaba en voz baja aunque Jennie no podía oír su conversación.

"Sana, sabes perfectamente lo peligroso que es un embarazo múltiple. Puedo acabar perdiéndolos todos". Lisa suspiró cansada. De repente, su energía rezumaba.

"Oye, estaré con ustedes en cada paso del camino, ¿sí? Si pasa algo, ya se nos ocurrirá algo". La obstetra dio una palmada de apoyo en el brazo de Lisa. "Ahora muéstrale un poco de espíritu alegre, de lo contrario acabarás durmiendo en el sofá por ser una esposa desagradecida". Sana susurró la última parte al mismo tiempo que Jennie salía del baño.

"¿De qué estan hablando?" Jennie enlazó alegremente su brazo con el de Lisa.

"Oh nada, sólo cosas del trabajo". Contestó Sana con suavidad. "¿Algo más en lo que pueda ayudar?"

"De hecho, sí. Ven a cenar a nuestra casa este fin de semana, quiero agradecértelo como es debido. Le pediré a Dahyun que te acompañe personalmente. ¿Qué dices?"

"Pero no vas a cocinar, duro. Nada de actividad física pesada, ¿recuerdas?" Intervino Lisa.

"Cocinar no es nada pesado".

"Sí lo es, Babe".

"Pero..."

"Es un no". Lisa declaró con calma, pero la voz decidida fue lo suficientemente fuerte como para que Jennie entendiera que no estaba dispuesta a ninguna discusión.