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Capítulo 5

"A ver si lo entiendo. ¿Quieres abrirme el pecho para arreglar esta válvula o como se llame?"

"Ese es el plan, sí, señor Park". El residente de quinto año asintió. Su rostro estaba tranquilo a pesar de que su paciente parecía estar a punto de tragárselo entero. Los demás residentes de la sala se quedaron quietos.

"¿Dejará alguna cicatriz?"

"Sí. Más o menos diez centímetros".

"¡Esto es una locura!" Gritó desesperadamente. "¡¿Quieren hacer una pequeña fijación en mi corazón pero tienen que abrirlo tan grande?!"

"Necesitamos una visión clara, Sr. Park. Trabajamos bajo un protocolo estándar. Su procedimiento no es diferente al de otras personas que se operan igual".

"Quiero un TAVI". Dijo decidido. "Mi amigo tiene la misma enfermedad que yo. Su médico le realizó esta TAVI. No tiene ninguna cicatriz".

"Pero el TAVI es muy arriesgado. ¿De verdad quiere morir por una estúpida cicatriz?" El residente se burló. Había tratado con muchos tipos de pacientes, pero éste era diferente y ridículo. No quería la intervención, pero sí la cirugía. La que no podía hacer porque afectaría a toda su carrera.

"El Dr. Hwang le echará un vistazo más a fondo, ¿verdad, Dr. Hwang?" La adjunta le dirigió una mirada aguda. No tuvo más remedio que obedecer.

"Sí", murmuró en voz baja.

"Eso es más bien, hijo". El Sr. Park sonrió victorioso. "Gracias, doctora". Saludó a Lisa con la fuerza que tenía, ganándose una pequeña inclinación de cabeza por parte de ella.

Los doctores se dirigieron a la estación de enfermería. Lisa levantó la ceja mirando al tipo con expectación.

"Dra. Manobal. La junta directiva está empezando a meter las narices a todos los residentes de quinto año. Lo que pase en el quirófano me costará toda mi carrera. No puedo fracasar ahora". Habló en voz baja, pidiendo implícitamente su consideración.

"¿Quién más es el residente de quinto año?" Preguntó a los residentes de su servicio.

"Yo, doctora". Una residente se apresuró a pasar al frente.

"Nunca la había visto antes". Lisa se cruzó de brazos con su expresión impasible.

"Siento llegar tarde, doctora. El Dr. Ahn me pidió..."

"Las excusas no me servirán de nada, Doctora - ¿Cómo se llama usted?"

"Nancy McDonie, Doctora. Soy del Hospital Universitario Dong-A. Este es mi primer día a su servicio, Dra. Manobal". Se inclinó rápidamente. Había trabajado como médico durante la mitad de su vida. Su asistencia en su antiguo hospital no era menos aterradora. Estaba acostumbrada a la presión constante que ejercían. Pero la Dra. Lalisa Manobal era muy, muy intimidante. Su figura podía intimidar fácilmente a cualquiera, en realidad.

"Claro". Lisa respondió rotundamente. "¿Acaso, a pesar de que llega tarde, conoce el estado del señor Hae-joon Park?"

"Sí, doctor Manobal". Nancy empezó a contarle al adjunto la anamnesis completa, la exploración física y todos los análisis. Estaba agradecida por haber conseguido leer todos los historiales de los pacientes de cardio la noche anterior. No le extrañaría que la Dra. Manobal la echara de su servicio sólo por haberse saltado un paciente. Ella era de esa clase de asistentes.

Sin corazón, quiso decir.

"¿Tienes alguna idea sobre el TAVI?"

"Um-"

" ¿Leyó sobre ello? ¿Lo has visto? Dudo que hayas realizado esto antes", Lisa cortó a la residente.

"Um-"