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Capítulo 16

"Artery y Venous están en el vestíbulo con mamá. ¿Quieres verlos?"

"Sí", Jennie robó un rápido beso en la mejilla del niño dormido y luego se deslizó en las zapatillas. "¿Cómo están?"

"Extrañan a Aorta y a ti. Han estado preguntando por ustedes sin parar". Contestó Lisa mientras comprobaba la vía intravenosa. "¿Dormiste algo anoche?"

"Sí, lo hice". Contestó Jennie desde el baño. Tras lavarse la cara y maquillarse ligeramente, se cambió de ropa. "¿Y tú?"

"Al amanecer, pero dormí de todos modos". Lisa se acercó lentamente a Jennie. Inclinando la cabeza hacia un lado, habló en voz baja: "Aorta se pondrá bien. Se pondrá mejor".

Jennie asintió pero no dijo nada. La culpa no la había dejado en paz. Si al menos hubiera captado la señal antes, Aorta no tendría que sufrir esta dolencia. Pensó que su queja no era nada grave, ya que no era la primera vez. Ella era demasiado confiada pero su hijo era el que tenía que pagar por su acción desconsiderada.

"Así que deja de culparte".

Jennie apretó la mandíbula: "Es fácil para ti decirlo. No estabas allí. No es tu culpa..."

"Tampoco es tuya", interrumpió Lisa con suavidad. "Está bien".

"¡¿Qué está bien?!" siseó Jennie con frustración. "Soy su madre, Lisa. Debería haber sabido que no debía desestimar su queja como si no fuera gran cosa. Porque es un gran problema".

Lisa miró a su esposa con simpatía. Tocó la mejilla de Jennie y la acarició con ternura. "Cariño, las cosas inesperadas suceden, y volverán a suceder en el futuro. Pero eso no te convierte en una mala madre. Nadie te culpa, así que, por favor, deja de poner todo sobre tus hombros. No podrían pedir una madre mejor porque eres la mejor".

Jennie envolvió la mano de Lisa en la suya. Ella cerró los ojos, agradeciendo el gesto. Jennie suspiró cansada. "Nunca pensé que llegaría a esto".

"Yo también". La doctora tiró de su esposa en un cálido abrazo. "Superaremos esto juntas, ¿de acuerdo? No más culpa. Va a estar bien".

Jennie no discutió cuando Lisa le pidió que se fuera a casa esa noche. El cansancio había terminado por vencerla. Sólo pondría más problemas si se ponía enferma en ese momento. Cuando Aorta se durmió, se despidió con Artery, Venous y los padres de Lisa.

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Lisa levantó la vista de su mesa y le dedicó una pequeña sonrisa a Seulgi cuando la cirujana general entró en la habitación, y luego cerró el aparato. "¿Por qué sigues aquí a estas horas?" Dado que la noche ya era tarde y Seulgi no era la cirujana de guardia, no debería estar en el hospital.

"No tengo nada que hacer en casa. Pensé en visitar a Aorta y traerle algo de comer". Seulgi levantó la bolsa de plástico. Tenía impresa una conocida marca de comida rápida. "¿Comemos?"

"Claro". Lisa sonrió agradecida.

Comieron en silencio, sumidos en sus propias mentes. El único sonido que se oía era el pitido del monitor. Lisa echaba un vistazo de vez en cuando a la pantalla por si acaso sus signos vitales cambiaban.

"¿Jennie no ha discutido contigo esta noche?"

"Un poco. Pero estaba cansada. Sabe que no es la mejor idea si se queda". Lisa se lamió los dedos, saboreando el sabroso manjar. "Dios, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que comí esta comida".

"¿Por qué?"

"Tengo hijos, Seul. Ahora no puedo comer lo que me dé la gana. A ellos también les encanta la comida chatarra, y Jennie es muy estricta con la regla de una vez al mes, sólo el fin de semana."