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Capítulo 6

"Pinza, por favor".

Lisa se concentraba en el corazón que latía frente a ella. El CABG era un procedimiento que ella realizaba a diario. Podía hacerlo mientras dormía. Sin embargo, era muy cuidadosa y cautelosa con su trabajo.

"Dra. Manobal, su teléfono". Su residente le informó. Había puesto su teléfono en vibración porque odiaba que la molestaran durante la cirugía.

"¿Quién llama?" Preguntó a través de su mascarilla sin apartar la vista del corazón.

"Mi Lady". Su residente leyó el nombre.

"Contesta".

La residente aceptó la llamada y puso el altavoz.

"Hola".

"Hola, cariño. ¿Estás ocupada?" La voz de Jennie llegó desde el otro lado.

"Tengo un corazón en la mano en este momento", dijo como si no fuera gran cosa. "¿Qué pasa?"

"¿Estoy en el altavoz?"

"Sí."

"Ponme en privado, por favor. Será rápido".

Lisa hizo un gesto a su residente para que hiciera lo que decía su esposa. Le colocó el aparato en la oreja.

"Estás en privado". anunció Lisa. "¿Qué pasa?"

"Va a haber mucho sexo sucio para ti esta noche. Espera con ansias". La voz de Jennie era baja, sexy y llena de seducción. Hizo que su cerebro se quedara en blanco inmediatamente. "Nos vemos pronto, Baby". Jennie colgó.

Lisa dejó de respirar durante un rato. Tenía la garganta seca. Parpadeó un par de veces y tragó saliva con fuerza.

"Vamos a... terminemos la operación rápidamente".

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Lisa apenas podía contener su excitación al ver la ropa de Jennie que se esparcía sugestivamente por el suelo en el momento en que entraba en su casa. Formaba una ruta específica hacia su habitación iniciada por la americana de Jennie, la falda, la blusa, la camiseta de tirantes, el sujetador y, finalmente, sus bragas súper calientes.

Lisa abrió la puerta del dormitorio. Jennie, que estaba sentada en la cama, la recibió. Una sábana blanca y endeble cubría su parte íntima del cuerpo, pero Lisa pudo atisbar la lencería negra y transparente que había debajo. Consiguió que los suaves brazos y piernas de Jennie quedaran a la vista. Consciente de la mirada lujuriosa, Jennie cruzó el tobillo seductoramente.

"Tú... has sobrestimado mucho mi control".

"No estoy buscando uno". Jennie inclinó la cabeza, jugando con su pelo de forma seductora. "Quiero hacerte perder la cordura mientras gritas salvajemente mi nombre suplicando piedad".

La respiración de Lisa estaba agitada. Toda su sensibilidad estaba en llamas. Nunca había visto esta versión de Jennie. Estaba extraordinariamente caliente. Lisa podía sentir cómo se despertaba la bestia que llevaba dentro. Se quitó rápidamente la ropa mientras avanzaba hacia Jennie.

Lisa agarró la parte posterior de la cabeza de Jennie, atacando con fuerza los labios de ésta y luego sonrió ante el fuerte gemido que produjo su bonita boca. La gentil Lisa había desaparecido hace tiempo. La inocente y cautelosa Jennie se convirtió en la feroz amante dominante.

Jennie besó con rudeza cada rincón del cuerpo de Lisa, explorándola, encontrando nuevas zonas erógenas. Cada toque que Jennie ponía en su suave piel enviaba a Lisa directamente al nirvana. Jennie estaba llevando su clímax a la superficie sin siquiera intentarlo. Lisa empezó a llamarla, diciéndole a su esposa lo bien que se sentía, cómo iba a hacer que se deshiciera.