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Capítulo 3

Ambas mujeres se quedaron mirando el aparato blanco en silencio. Los dedos temblorosos no pudieron sostener el paquete de pruebas mientras caía al suelo. No esperaban tener éxito en el primer intento. Sin embargo, no les dolió menos. Jennie se mordió el labio inferior en un esfuerzo por apartar la tristeza, pero fracasó estrepitosamente. Su cuerpo se estremeció cuando las lágrimas descendieron libremente por sus mejillas.

Sintió que un par de brazos familiares la rodeaban con fuerza.

"Está bien, Nini". Oyó que su esposa le susurraba. "Todo va a salir bien". Se aferró a Lisa como si su vida dependiera de ella.

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Lisa estuvo callada durante toda la película. Jennie sabía que estaba decepcionada. Sus ojos tal vez estaban fijos en la pantalla, pero su mente obviamente estaba divagando en otra cosa. Se acercó a Lisa y apoyó la barbilla en el hombro de su mujer.

"Lo siento".

"¿Hm?" Lisa se volvió hacia ella. "¿Por qué?"

"He fallado".

Lisa sonrió un poco. "No es tu culpa. Es sólo nuestro primer intento, Baby. Es una mierda, pero definitivamente no es nuestra culpa".

"Si lo intentamos de nuevo y sigue sin funcionar. ¿Qué haremos?" Preguntó Jennie con dudas.

"Lo tendremos. Tendremos un hijo. De una manera a otra. Me aseguraré de que tengamos nuestra pequeña familia".

"¿Debemos hablar con Sana?"

"Hablaré con ella el lunes. Hoy, tendremos un tiempo tranquilo y de calidad para nosotras y tal vez una buena cena a la luz de las velas esta noche..."

Eso hizo que Jennie sonriera un poco. "¿Qué quieres cenar entonces? Tengo carne, si quieres".

Lisa negó con la cabeza mientras daba castos besos en los labios de su esposa. "Vamos a ese restaurante italiano que tanto te gusta. Además, ¿quieres ir al spa antes? O mejor aún, ¡quedémonos en un hotel esta noche! Podemos tener un spa privado, una cena a la luz de las velas y un desayuno en el mal, todo en un paquete". Lisa sonrió de repente ampliamente.

"¿Por qué de repente eres tan romántica?" Jennie se rió.

"Creo que necesitamos más práctica para hacer un bebé". Le guiñó un ojo juguetonamente ganándose una ligera bofetada de Jennie. "Sin embargo, no puedes negarlo". Acomodó el pelo de Jennie detrás de su oreja, mirándola a los ojos con ternura. "Va a ser como una segunda luna de miel. ¿Recuerdas Ciudad del Cabo?" Le dio un beso en la mejilla derecha, en la izquierda, en el ojo derecho, en el izquierdo, en la punta de la nariz de Jennie. "Sólo tú y yo".

"Te amo". Jennie tiró de su cuello y la besó con hambre. "No tienes ni idea".

Lisa sonrió a su excitada esposa. "Por favor, trae mi lencería sexy favorita".

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"Gracias a Dios no tenemos que pagarles". Las tres cirujanas caminaron por el pasillo hacia la cafetería.

"Creía que tu compañía de seguros cubría los procedimientos". preguntó Jisoo.

"La mitad". Respondió Lisa. "El precio que tengo que pagar por mi hijo. Todavía no ha nacido". Sacudió la cabeza, riéndose al pensar en su futuro hijo.

"Me alegro de ayudar, Unnie. No puedo esperar a que el mini tú y Jennie corran y te den dolor de cabeza". Sana se rió. "Por cierto, ¿cómo está Jennie?" La médico ginecóloga estaba preocupada. Después de todo, era su tercer intento. El primer fracaso podría ser soportable, pero no el segundo. La tristeza era demasiado evidente como para no notarla.