SEIS

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Rato después, seguíamos en la misma pose disfrutando de la compañía del otro sin decir una palabra.

-¿Note que vives sola, y tus padres? -Dice con notable intriga.

-Murieron.
-Expreso seca mientras inevitablemente los malos recuerdos nublan mi mente.

-Lo lamento.

-No te preocupes, ya pasó.
-Suspiro, intentando desechar aquellos que me han perseguido toda mi vida.

-Tu y tú hermano, de todas maneras ¿Cómo supieron dónde estábamos Bella y yo?

Es un dato evidente, nos seguían, sin embargo eso me emociona me hace querer escucharlo de su propia boca.
Parece medir sus palabras antes de hablar.

-Eh, pensábamos darle su propio espacio, pero... [...]

-Siento una necesidad muy fuerte de protegerte. -Asiento levemente.

-No te conozco muy bien. Sin embargo, comprendo el sentimiento.

-Ahh, si? -Responde juguetón.

-Si, creo que me gusta un chico.
-Digo fingiendo ser pensativa.
Volteo a mirarlo, este parecía desconcertado por mi respuesta.

-Claro, ¿Es de la preparatoria?

-Si es alto, rubio, ojos ámbar.
-Este parece aliviado, y me sonríe achicando los ojos.

-Ahora que lo pienso su color de ojos es muy particular ¿Conoces al chico, no?

- Es cierto, conozco al chico.
-Nos reímos ante tal declaración. Su melodiosa risa llegó a mi audición haciendo que disfrute de esta. Seguimos charlando hasta el amanecer, en veces nos quedamos en silencio mirandonos el uno al otro. Se tuvo que ir así que lo despedí, para luego tirarme en la cama y descansar mis ojos. Imágenes de el pasan por mi mente y sonrió ante ello. Luego de un rato, me ducho y me colocó algún conjunto de mi guardarropa. Y salgo a la preparatoria, mientras manejo traigo mis audífonos puestos.

Al llegar, mi primera clase me tocaba con Bella está se encuentra notablemente inquieta lo que me parecía raro ya que la chica era muy tranquila normalmente. Al sonar el timbre que anunciaba el descanso los chicos salieron amontonados luego salí juntos Bella está me daba una que otra mirada mientras nos dirigíamos al comedor. Al llegar noto que no está empecinada viendo a Edward esta al contrario debes en cuando evitaba miradas con el castaño haciendo que empezará a dudar de la información que ella pudiera haber descubierto sobre los Cullen. En un momento yo me levanto de la mesa y me dirijo hacia las afueras del instituto me siento en una banca, observar el cielo y la nubes que contenía este. Supe diferenciar el aroma de Bella al sentir que ella se sienta volteo levemente para aclarar mis dudas mientras ella me observa y rompe el silencio que guardaba ese lugar.

-Selene, tengo algo importante que decirte... Sobre los Cullen.
-Expresa con esa inquietud que llevan desde que la vi en la entrada a clases.

Vamos a ver, que cree está chica que sabe.

La miro con atención, mientras alzó una ceja. -¿Que sucede Bella?

-Creo que Edward, es un... Vampiro.

Ding Ding, le acertó. Pero quien le creería?

Arrugó las cejas para parecer que no le creo. -Bella, no tiene sentido lo que has dicho. ¿Lo sabes, no?

-Claro que lo tiene, su piel fría, sus ojos peculiares, no comen nada mientras están en el comedor y Edward sigue hablando sobre su "dieta especial". ¿No te parece extraño?

Tiene un punto.

¿Que tan lejos puedes llegar a descubrir, Isabella?

-Pero hay un problema.
-Paro en seco mientras ella me mira intrigada.

-No vas más allá de palabras.
-Nombró ella mirando hacia abajo.

-No quiero pruebas, solo quiero la verdad.
-Susurra, cosa que alcance a escuchar claramente.

La verdad, es amarga repugnante y puede llegar a ser peligrosa, Bella. Pienso, y el hecho de que lo sepas cambiará el rumbo de toda la tranquilidad que se encuentra en este pueblo.

La verdad, no lo sé. Tal vez solo sea tu imaginación y estás armando escenarios más allá de la realidad.
-Expreso con indiferencia. La chica me mira cansada y sin más se levanta y se va. Sigo mirando por un rato el cielo hasta que oigo que suena el timbre para el regreso a clases. Tomo las clases que me tocaba al salir noto que Bella se dirigía al bosque junto a cierto vampiro siguiéndola, no le tomo mucha importancia y me regresó a casa. Me permito tener algunas horas de lectura luego paso al dibujo y finalmente me recuesto en la ventana. Era de noche cuando noto que Bella junto a Edward llegan a casa. El vampiro la deja en su puerta, luego me da un mirada mientras le devuelvo la mirada fríamente este desvía la suya y sube a su auto.

Le dijo, está claro.

Le resto importancia, me recuesto en la cama y cierro mis ojos sorprendentemente me logro dormir. Pude notar los rayos de sol colarse por la ventana de mi habitación, abro los ojos y me levanto.
Por el momento únicamente arregle mi cama deshecha, y me tomé una ducha.
Hice ejercicio, habitualmente entreno para mantenerme preparada para todo.
Salí a la preparatoria en el auto, uno de estos había llegado en estos días quería calentar el motor para que no se descompusiera, al llegar bajo de este y al parecer no habían llegado dos profesores de mis primeras clases, así que tendría que esperar mis próximas clases.
Voy afuera y me recuesto en el auto mientras leía un libro. Noto que alguien se para frente a mi dejo de leer dejando el libro a un lado.

-¿Ocurre algo?

-Son vampiros, los Cullen son [...]
-Antes de que pudiera terminar concluí por ella.

-Si, vampiros.

-No le cuentes a nadie, por favor.

-No te preocupes por eso. He escuchado que llegaste con el.

-Si...
-La sangre sube a sus mejillas.

-Te gusta, ¿No?
-Digo alzando las cejas. Está se sonroja aún mas, y yo por primera vez sonrió ante ella. Le revuelvo el cabello.

-Te ves muy tierna cuando te sonrojas, apuesto que, a Cullen le encanta eso.
-Ella me da un golpecito en el hombro y me señala con sus ojos un lugar, los Cullen observándonos con diversión, río ante ésto volteando me nuevamente hacia ella seguimos hablando sobre tareas o bromeando sobre Edward. Fue la primera vez en el que me sentí un poco más humana, aunque no me acercaba ni a la palabra. Suena el timbre de receso y ella fue al comedor junto a sus compañeros. Yo, en cambio me dirigí a una cancha vi un par de pelotas de Basketball y comencé a encestar la pelota y la recogía luego de un rato enceste la pelota de nuevo pero está vez alguien la para con su pie miro a la persona.

Me encuentro con Alice, con su familia detrás de ella, los miro soltando un suspiro.

La Hora Azúl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora