Capítulo X

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Metrópolis, Illinois City, 2011

La llegada a Illinois les daba un poco de respiro a todos, estaban cerca de su destino National City, el único problema que existía era la falta de gasolina, había adquirido como hobby salir en su búsqueda por más peligroso que pareciera el panorama, debía sacarlos de ahí, ese era su objetivo principal, siempre se iba dejando al mando a su hermana, padre, Clark y Brainy, no los iba a dejar sin apoyo, aunque su hermana ya sabía que debía hacerlo sin necesitar órdenes estrictas suyas. Perdió cuenta de cuántos días llevaban de camino, ya nada tenía la misma facilidad que antes, autos atravesados, no muertos golpeando las bocinas por querer atacarlos cuando les vaciaba los tanques para llenar el mini bus. Alternativas, muchas más alternativas buscaban para sobrevivir; las provisiones de comida se iban haciendo cada vez más pequeñas, tenían muchas bocas que alimentar. Lizzie había enfermado, estaba un poco resfriada, fue la única que tuvo esa suerte, gracias a Dios tenía a sus padres bioingenieros y médicos abordo, ellos estuvieron cuidándola. Kara la miraba de soslayo dormir en el pecho de Lena muy a gusto, sonrió para sí misma, la ojiverde se no se había separado ni un segundo de Lizzie. Volvió a concentrarse en la carretera que iba siendo alumbrada por los faros del mini bus, Alex iba conduciendo en silencio atropellando a cuanto zombi estuviera cerca, le encantaba hacerlo a pesar del riesgo de que algún miembro se quede atorado y los deje varados. La rubia solo suspiró negando con su cabeza, todos seguían durmiendo, era de madrugada.

—Kara, me parece que tenemos compañía —le informó Alex en un murmullo y la rubia miró a través del espejo exterior para corroborarlo y no perdido tiempo en levantarse.

Eran cinco motos pandilleras que se acercaban empezando a dispararles, Kara imaginó dos opciones; ladrones, o cazarecompemsas. No quería ni siquiera averiguarlo, alistó la submetralleta, comenzó a caminar por el angosto y estrecho camino hacia la puerta del techo, los disparos empezaron a impactar las paredes del bus, ocasionando que todos se despertaran sobresaltados y los niños comenzaron a llorar asustados.

—¡¿Qué carajos sucede?! —gritó Sam asustada cubriendo a Ruby con su cuerpo.

—¡Quédense abajo! —les pidió Kara antes de subir— ¡Alex, mantente así! —su hermana asintió con la frente arrugada no le gustaba nada el panorama.

—¡Kara, por amor a Dios, ten cuidado! —le gritó Eliza.

—No saben con quién se han metido, amigos —farfulló acostándose en el techo.

Apoyó la submetralleta y comenzó a dispararles sin remordimientos, los tiros no estaba siendo del todo limpios, eso la molestó, se colocó de cuclillas y comenzó a disparar una nueva ráfaga, hirió a dos mortalmente. Una de las balas rasgó su brazos causándole un leve rasguño, gruñó acercándose más al borde del mini bus y volvió a disparar aprovechando que algunos caminantes estaban empezando a acercárseles les disparó en los neumáticos dejándolos sin opciones.

—¡Nos volveremos a encontrar, esto recién empieza! —le gritó el que parecía ser jefe de la pandilla. Kara sonrió burlonamente sacándole el dedo del medio y no se fue hasta perderlos de vista.

Lena tenía el corazón acelerado, la boca seca y casi no podía respirar, no tuvo ni tiempo para devolverle a Kara el chaleco antibalas que insistía siempre en dejárselo puesto, solo miró como temerariamente salía al techo sin mirar a nadie, arriesgando sin pensar su vida para protegerlos, o para protegerla de otro posible atentado a su vida. Aferró a Lizzie a su pecho intentando que dejara de llorar, sentía como estaba hirviendo, no estaban funcionando los medicamentos, la fiebre no le duraba mucho para volverle. Acarició su cabello tratando de darle consuelo y le dio varios besos en su frente, si necesitaba dar su vida por proteger a la pequeña, no dudaría en darla. Lena sabía qué podía seguir evadiendo las palabras de Sam en su mente, tenía razón, le estaba empezando a gustar Kara, no como amiga, o mentora.

National City ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora