Las dos mujeres se encontraban peleando aún, algo que Hades no podía parar.
Adonis estaba coloreando unos dibujos junto a Melinoe, ella estaba realmente feliz, porfin tenía un amigo de verdad y realmente se estaba divirtiendo con su nuevo amigo. Para Adonis era igual, a la única persona que consideraba amiga aparte de Perséfone, era Afrodita pero realmente era genial conocer a otro niño de su edad.
Mientras que los niños dibujan y se divertían, Zeus estaba viendo el caso y entendía a su hermano, realmente esto era más serio de lo que imaginaba. Calíope, una musa de Apolo, estaba platicando con el rey olímpico pero decidió ayudar en la desición de la custodia de Adonis.
Ambos platicaron y tuvieron rápidamente en una buena solución.
Zeus, porfin decidió hablar con lo que decidieron.
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—Bien, creo que tenemos una solución, para todo este problemita.
Hades lo volteó a ver, impaciente y queriendo saber la respuesta de su hermano menor.
—¿Y bien?—Dice Hades algo entusiasmado.
—Bueno creo, que Perséfone debe cuidarlo hasta que sea mayor— Perséfone sonríe victoriosa —pero Afrodita, puede ir a visitarlo cuando quiera, tiene horario ilimitado— Perséfone borró su sonrisa del rostro
Calíope se fue, antes de escuchar los gritos de Perséfone.
—¡no pueden hacer eso! , Adonis merece estar solo conmigo en el inframundo— dijo la diosa primaveral cruzada de brazos —¡Exijo una mejor solución!—
Hades se levantó y contraatacó con palabras a su mujer.
—Perséfone, la decisión ya lo tomaron y creo que es más que perfecto todo, así que ya no te quejes.
—no puedo creer que estés a favor de esto Hades—ve a Hades, enojada—Esto es increíble, mi propio marido en mi contra—voltea a ver hacia otro lado.
Hades iba a decirte otra cosa hasta que Zeus volvió a hablar.
—Deacuerdo, deacuerdo ya la desición fue tomada y nadie va a poder hacerme cambiar de opinión.
El rey olímpico se fue de ahí, Afrodita había estado callada en toda la conversación que sucedió, aprovecho que mientras la pareja peleaba, solo sonrió y fue a ver a ambos niños, que jugaban pacíficamente.
Lentamente se acercó hacia ellos.
—hola, ¿Como se encuentran niños?—dijo encantadora la rubia
—¡Afrodita!—El niño se levantó y le dio un abrazo, Melinoe la saludo con una tierna sonrisa. La diosa se quedó jugando con el par de niños.
Perséfone los veía y frunció el ceño, Hades vió también pero no le importó o no le molestó lo que pasaba, lo único que parecía molestarle era que su mujer trataba de tomar la atención del niñito.
Habían pasado horas y Afrodita se fue de ahí, silenciosamente, cosa que la reina del inframundo, aprovechó para ir a ver a su querido Adonis y para hacerle su típico cuestionario.
Cuando llego al cuarto, el niño se encontraba profundamente dormido, por poco y lo despertaba, pero decidió dejarlo así como estaba.
Ella estaba calmada y su mente dió momentos o más bien fantasías del niño creciendo y Perséfone estando ahí para verlo, una sonrisa algo tonta iluminaba la habitación; empezó a hacer un pequeña danza, girando por toda la habitación, en un profundo silencio, tarareando una canción, imaginado una hermosa música y cerró los ojos para imaginar más.
El rey del inframundo, se puso su casco de invisibilidad y notó la escena de su esposa con esa sonrisa boba, escondido en alguna parte de la habitación, con una mueca triste, se retiró de allí.
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