Perséfone, diosa de la primavera y reina del inframundo, se encontraba deprimida. Hace muchos años, ha intentado darle un hijo a Hades, su marido y rey del inframundo.
Estaba triste, ya que nunca había perdido la esperanza, en quedar embarazada pero todo ese esfuerzo fue en vano, no podía hacerlo, aún no superaba la trágica muerte de su hijo Zagreo. Hasta que un día, un rayo de esperanza cayó sobre ellos: Perséfone quedó embarazada, ella estaba tan feliz y contenta, al fin lo había logrado, tendrían un heredero al trono.
Aunque esa emoción se acabó, cuando escuchó un rumor, que el bebé que está por nacer de su barriga es hijo o hija era producto de un abuso de Zeus hacia ella
Ella se desesperó, no podía creer que su propio padre le haya hecho una semejante bajeza
Perséfone, empezó a odiar a su bebé, quería deshacerse del el, desde que naciera, pero sabía que ni Hades, ni el inframundo, dejarían que hiciera una catástrofe con ese pequeño ser
La castaña empezó a evadir a Hades, cada vez que lo veía, no quería verlo a la cara, se sentía mal por el hecho de que el no fuera el padre del bebé que en unos meses nacería.
Esa acción hacia que su relación de marido y mujer, se debilitará cada día de su inmortal vida.
Perséfone, ya no le importaba que pasaría con su relación, ya tenía por hecho de que se había arruinado, por culpa de esa "niño" que crecía más rápido en su vientre.
Mentalmente ella nunca estaría de humor para recibir al al llamado, futuro príncipe del Inframundo.
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Afrodita, llegó al inframundo, logró acceder fácilmente, gracias a la belleza y al carisma de Adonis, cuando llegó, todo se veía más raro de lo que era antes, ella ingreso al castillo, encontrándose con Hades, que tenía una expresión confundida en su rostro
-¡Afrodita! ¿A qué se debe el honor, de tu llegada al inframundo? -Preguntó Hades inexpresivo, pero atento, a lo que diría la diosa.
La mencionada puso una hermosa sonrisa y le respondió:
-Hades, necesito que me hagas, un gran favor-Comentó ella dulcemente, a lo que el bajo la mirada y notó una gran caja a lado de la ojiazul.
-¿Que tienes ahí escondido, Afrodita?-Cuestión algo curioso por descubrir, que era lo que contenía tan misteriosa caja, Perséfone había llegado en ese momento, pero se quedó callada al ver la caja, también curiosa por saber lo que obtenía, ese objeto grande.
Afrodita, abrió delicadamente la caja, dejando ver a un hermoso bebé, que parecía estar jugando con un pequeño juguete, que la rubia le hizo.
Ella tomó al nene y lo mostró al rey que impactado por el contenido de la caja, abrió los ojos con sorpresa, el no se lo esperaba.
Perséfone se asomó a ver, lo que contenía la caja, cuando lo vió: un bello ser, que parecía un ángel caído del cielo, que parecía mirarla con sus hermosos ojos verdes.
La reina se quedó hipnotizada viéndolos y sin pestañear., ni una tan sola vez.
-El es Adonis-dijo Afrodita contenta, notando la presencia de Perséfone y sus caras impresionadas por la belleza del niño -me harían un gran favor cuidando de el, por un tiempo, luego regresaré por el y me lo llevaré-dijo ella, esperanzada de que aceptaran el favor
Hades la vió, ¿Realmente quería que hiciera eso? , Literalmente están en un lugar donde se lleva la vida y las almas de cada ser humano, entre otros
-yo... no creo que sea posible hacer todo eso-dijo Hades como si nada -el está vivo y aquí es un lugar que transmite muerte-dijo tranquilo viendo al bebé
La rubia trató de hacerle cambiar de opinión, dejando que el dios tomara al bebé, y vaya que funcionó Hades, acepto la propuesta.
Quería ver que tal sería la convivencia y podría ser interesante.
-¡Que lindo bebé! No te preocupes Afrodita, aquí cuidaremos muy bien al bebé-Expresó la castaña, saliendo de su escondite.
Con una sonrisa tierna, recibió a la diosa del amor y no perdió tiempo al ir tomó al niño en sus brazos.
Le empezó a dar muchos mimos y besos en su suave frente. Realmente estaba emocionada por este nuevo cambio en su vida, con este niño.
El bebé parecía calmarse cuando Perséfone lo tomó en brazos, Hades solo los veía irse a otro cuarto.
Cuidaría a ese bebé, como si su vida dependiera de ello...
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