ʙᴇʟʟᴇᴢᴀ ᴄᴀᴘᴛᴜʀᴀᴅᴀ╏ℙ𝕖𝕣𝕤𝕖́𝕗𝕠𝕟𝕖×𝔸𝕕𝕠𝕟𝕚𝕤×𝔸𝕗𝕣𝕠𝕕𝕚𝕥𝕒

Destruir Por Celos

Tiempo después de lo que pasó, Hades se ponía a trabajar mucho y a veces, mandaba a vigilar a Perséfone. El sabía que eso estaba mal pero ya nada le importaba, solo saber lo que pasaba con su loca esposa.

Mientras tanto, la reina de la primavera se encontraba con Adonis, quien coloreaba en silencio junto a su amiga Melinoe.

Se encontraba algo incómodo, puesto que Perséfone lo veía con una mirada penetrante hacia el justamente, su amiga, también se sentía incómoda por el.

Ninguno de los dos se atrevió a hablar, por los ir el ambiente se encontraba silencioso y "tranquilo".

Adonis dibujaba a todos los que conocía en un ambiente feliz y Melinoe dibujaba flores hermosas.

Cuando terminaron de hacer esos retratos Perséfone decidió acercarse a ver. Debía admitir que se enojó con el dibujo del niño, ya que, se encontraba Afrodita en el y eso no era nada bueno para Perséfone. Por lo que se vió obligada a destruir lo que el niño había hecho con tanta dedicación.

El rubio no lo creía, ¿Pero que estaba haciendo? Preguntaba en su mentecita de infante inocente.

*Maldita Afrodita, es como una plaga de cucarachas* pensó Perséfone con ira

Lentamente, se sentó en el suelo y le dio mimos a Adonis para calmarlo, Melinoe veía silenciosamente, nunca había visto un comportamiento tan extraño como el de su madre.

...

Afrodita caminaba tranquilamente por un valle, cercano al Olimpo. Pensaba en que hacer cuando fuera otravez al inframundo.

Es decir, Perséfone la odiaba y le haría la vida imposible mientras estuviese ahí.

Era hora de formar un plan de convivencia que funcionase de manera efectiva.

—pobre de ellos, espero estén bien— decía la rubia, aunque ella no solo se refería al niño.

Sabía que Melinoe sufría al no tener todo el amor maternal que merece, así que también se sentía mal por ella.

La diosa se fue al inframundo a buscar al chico, ya era tiempo de que pasese tiempo con su otra madre.

...

[ Tiempo después ]

Adonis tenía tenía 8 añitos, estaba creciendo, el pequeño era más lindo que nunca, le encantaba practicar un deporte en general, que era la arquería, algo que no le gustaba a ninguna de sus dos madres adoptivas.

Perséfone no quería que se hiciese daño, por lo que vigilaba cada vez que practicaba.

Melinoe lo apoyaba, siempre veía sus prácticas con mucha alegría, su amigo era talentoso para el arco y flecha.

La diosa primaveral, cada vez se había vuelto más "observadora" con el chico, ya que a él le entró las ganas de correr y hacer cosas de niños de su edad.

Lo dejaba hacerlo pero SIEMPRE con su supervisión y el de su hija, que iba opcionalmente ahí, ya que sinceramente, a él le gustaba más que Melinoe estuviese cerca, ya que su mami Perséfone era algo peculiar...

—Espero tengas cuidado con lo que haces— dijo Perséfone al niño, una frase que siempre sería mencionada por ella de manera preocupada.

┗(•ˇ_ˇ•)―→ ... Continuará