ʙᴇʟʟᴇᴢᴀ ᴄᴀᴘᴛᴜʀᴀᴅᴀ╏ℙ𝕖𝕣𝕤𝕖́𝕗𝕠𝕟𝕖×𝔸𝕕𝕠𝕟𝕚𝕤×𝔸𝕗𝕣𝕠𝕕𝕚𝕥𝕒

Sirviente

Se dice que Perséfone estuvo fastidiando a Hades, para que dejase al muchacho convertirse en su nuevo sirviente.

Pasaron dos días de eso mismo, donde Adonis pasaba como un acogido, con otras almas.

El dios estaba enojado, de que su esposa estuviese obligándolo a aceptar ese trato.

Después de un gran momento, que estaba sacado de quicio, finalmente, cayó en la trampa de su mujer.

—¡Esta bien! Pero, ya deja de molestarme ¿Sí?

Perséfone jadeó de alegría, le agradeció a su marido y se fue a buscar a Adonis.

Esto pasó después de su recuento con su mortal, ahora fallecido.

Adonis, no se sentía digno, para servir a los dioses reyes del Inframundo, pero intentó pensar en positivo, para no decepcionar a su madre.

¡Sí! Aún la quería como su progenitora y la mujer, que lo cuido, desde que tiene memoria, por lo que, no quiere hacerla sentir mal.

Ese mismo día, empezó a ser, el sirviente de Hades y Perséfone.

El joven, siempre lucía nervioso, pero, hacia lo que podía.

Mientras, la reina del Inframundo, solo le veía con ilusión.

Realmente, sentía mariposas en su corazón.

Estaba contenta de verlo junto a ella y poder saludarle, de nuevo.

Ni notó cómo su esposo, se marchó de su lado, para estar viendo fijamente, "al crío".

Hades se sentía incómodo y realmente, mantendría su estado observador, hacia el chico.

No le gustó, el hecho de que Adonis, falleciera tan pronto.

Por alguna razón, se le hizo sospechoso, que esto sucediese de esa manera.

Se podría decir, que estaba paranoico, con la relación de su esposa con él niñato ese.

—Mi señor. No quiero ofender le, ni nada pero... ¿Se siente usted bien? —preguntó Hypnos, esperando la respuesta del rey.

Ahí Hades, se dio cuenta de que ha estado, viendo a la nada, por varios minutos.

—S-sí, estoy bien, ahora sigamos con esto...

Se sintió avergonzado de sí mismo y siguió, con el papeleo.

Esperaba resolver esta situación, en un buen tiempo.