~ 8. Un nuevo amor ~

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La clase de canto había terminado desde hace quince minutos y Prem estaba orgullos de sus pequeños, ya que se mantuvieron haciendo su tarea sin ruido alguno, a pesar de ser juguetones Prem los había educado muy bien para comportarse.

Los nenes y el pelirosa estaban esperando a cuerto caballero que los había invitado a comer, Oak y Santa se hallaban jugando en la tablet, mientras que Prem cargaba a su bebé y le hacía caras para que éste se riera.

- Podemos irnos. – Habló Mew sonriéndole a los niños.

- Bien. – Prem se acomodo el porta bebé.

- Oak, Santa quiero presentarles a mi nuevo amigo; Mew. – Expresó el pelirosa sonriente al tiempo que él muchacho chocaba los puños con los nenes.

- Eres muy fuerte. – Soltó Santa mirando fijamente los músculos del pelinaranja.

Mew comenzó a reír atrapado por la inocencia del pequeño. – Muchas gracias. – Mew sonrió. – Es un honor para mí conocerlos oficialmente.

Los nenes enseguida se sintieron en confianza con el muchacho, tal vez era su magnetismo, pero algo en su carácter les pareció agradable. Prem se carcajeo por el comentario de su niño.

- ¿Por qué tienes tus brazos inflados? – Interrogó Oak, curioso al ver los bíceps del mayor.

- Es por qué comió mucho y por eso sus brazos están llenos. – Comentó Santa seguro de su respuesta.

Prem y Mew rieron maravillados por las respuestas incrédulas. - ¿Qué tal si me acompañan todos a comer? Prometo contarles mi secreto. – Sostuvo el peli naranja dándole un guiño a Oak quien sonrió emocionado por la idea.

Prem esbozo nuevamente una sonrisa. – Bien, Oak, Santa, las manos. – Ordenó el pelirosa sosteniendo las muñecas de los niños.

- ¿Quieres que te ayude con algo? – El músculos se mostró preocupado por Prem quien estaba sobrecargado, ya que también llevaba la pañalera.

- Muchas gracias, pero no creo que los niños quieran. – El pelirosa fue interrumpido repentinamente.

- ¡Cárgame! – Gritó Oak estirando los brazos en dirección a Mew; su padre lo miro molesto por la insolencia de la petición, el pequeño entonces volvió a mirar al mayor. – Por favor. – Agrego tiernamente, Mew le devolvió la sonrisa dulzona.

- Por supuesto aunque es mucho mejor en el estacionamiento, no quiero que te golpees con el ascensor. – Comentó Mew tomando la pequeña mano del nene, Santa también le dio la mano al mayor.

Prem rio ante la escena, no obstante se mantuvo alerta por cualquier cosa, acababa de conocer a Mew y aunque no lucía como un mal chico podía pasar cualquier cosa.

- No te preocupes, iré delante de ti. – Susurro en los bajo mirando a Prem, éste asintió.

Una vez en el estacionamiento Mew coloco a Oak en sus hombros, éste parecía disfrutar la vista, su hermano no tardo en decir que ya era su turno.

- ¿Traes auto? – Interrogó Mew.

- No, se descompuso está mañana, llegué en taxi y pensaba ir en taxi. – Prem soltó una risilla mientras sostenía las manos de War pue no paraba de tocarle el rostro.

- De verdad te admiro, lidias con todo tu solo, no sucederá más, te daré mi número y pasaré por ti todos los días que nos toque clases. – Argumento el peli naranaj caminando hacia su automóvil.

- No es necesario, no quiero causarte molestias, seguro estás muy ocupado. – Afirmó el pelirosa caminando detrás de Mew.

- Los niños y tú corren mucho peligro solos, no es una pregunta. – Habló el menor sacando de su bolsillo la llave de su auto.

Ocho citas  ~BounPrem~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora