~ 16. La sexta cita: La boda. ~

555 52 10
                                    

Prem tenía la cabeza recargada en el pecho de Mew, ambos se hallaban acostados en el sofá, mimándose uno al otro como dos cachorros, él ahora peli plateado enroscaba mechones del cabello rosado entre sus dedos.

—Entonces dije, malditos tipos de la NASA, ¿por qué creen que ser pequeño es un defecto? cumple con todas las características para ser un planeta, el único problema es su tamaño— el peli rosa lloraba mientras se aferraba al musculoso.

Mew también mostraba un semblante triste, compartía la misma idea que su amado —Plutón siempre será un planeta no importa lo que digan esos sujetos. - consoló el chico besando la frente de Prem.

—Así será en mi corazón.— sonrió. — Mew te extrañe tanto—afirmo Prem abrazando al otro.

—Y yo a ti—el menor beso los labios del peli rosa.

—Me duele tanto verte con esas heridas, todo esto sucedió por mi culpa.— Prem acaricio el moretón purpura alrededor del ojo derecho del muchacho.

—Amor no es tu culpa, fui yo quien no se supo controlar. —respondió con cierta melancolía en su voz. —Lo que más me duele es que los niños no quieran hablar conmigo. —Mew bajo la cabeza afligido, le carcomía saber que los niños ahora le temían y desconfiaban de él.

Prem suspiro. —Los niños te quieren y te extrañan solo necesitan tiempo para entender lo que pasó. —dijó. —Si te soy sincero me preocupaba más que Boun llamará a tu agencia—confeso el bajito.

Mew tomo aire, no quería confesarle nada a Prem, debido a que ya tenía una decisión tomada y no quería que Prem se enterará, de lo contrario trataría de detenerlo.

El bajito se separó un momento del abrazo para mirar un tanto alterado al otro, su instinto paternal y sus años casado le permitieron desarrollar habilidades que le permitían saber cuándo alguien ocultaba algo.

—Mew ¿Hay algo que debas decirme?— Interrogó preocupado.

—No te preocupes Prem, está todo bien, solo hubo una discusión en la empresa. —Aunque el timbre en su voz era relajado, había algo en su mirada que expresaba preocupación.

—¿Qué clase de discusión?— la inquietud en Prem no era para menos, había escuchado que a los artistas no se les permitía tener pareja oficialmente, hasta terminar su contrato.

Lo peor es que su relación con el peli plateado no era para nada de buen ver, si llegaba a salir a la luz, su carrera declinaría tremendamente; sencillamente perdería todo por lo que había luchado.

Aunque el musculoso saldría más afectado. Prem no se quedaría atrás, su carrera estaba despegando y un evento de ese nivel lo cancelaría del público y de cualquier agencia.

—Sobre la suspensión del tour en algunos países, de verdad no es nada grave. — Comento a sabiendas de la mentira.

Pre volvió a sentir aquella angustia, iba a investigar qué era lo que el idol ocultaba, por su mirada, podía adivinar que se trataba de algo muy delicado.

—Dejemos eso a un lado. — Finalizó el musculoso prestando atención en la música que sonaba de fondo en su apartamento, repentinamente comenzó una balada romántica. El menor sonrió meloso —¿Te gustaría bailar conmigo?

Una pequeña curva decoro los labios de Prem, seguidamente se levantó del sofá, el menor le siguió, Hoseok paso su mano derecha a la espalda de Prem, con la izquierda entrelazo su mano con la del susodicho.

Ambos se pegaron de modo que no hubiera espacio entre ellos, igual que en un baile de bodas, Prem recargo su mejilla en el pecho trabajado del cantante, posteriormente cerró los ojos.

Ocho citas  ~BounPrem~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora