~ 20. Octava cita: ¿? ~

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Boun se encargo de arropar a los niños, seguidamente bajo para hacerle compañía a su aún esposo quien se mantenía frente a la mesa con más de media lata de cerveza terminada.

—No quería que Mew dejara su grupo, así que ...— Prem no prosiguió el diálogo, dado que Boun lo abrazo completamente consiente del significado de aquella frase.

El menor se rompió ahí mismo, su tristeza iba en un punto donde no había más que lágrimas, no podía detenerlas.

—Es mi culpa— Sincero Boun arrepentido por el daño que había provocado, en verdad no sentía nada de empatía por chico cantante, más Gun era otra historia, no soportaba ver al menor atormentarse con aquella situación.

—Pasaría tarde o temprano— Confesó con el sentimiento en la garganta. Al ver qué su cerveza se había terminado tomo otra del refrigerador y así se mantuvo, hundiendo sus pesares en el alcohol mientras le contaba todo a Boun, quien al escuchar cada palabra, sintió como su alma era desgarrada a carne viva.

Prem le contó con detalle, como conoció a Mew, también le hablo del fansmeeting, su primer beso y hasta su primera vez, el rubio supo entonces que el karma existía por qué nunca antes un relato le había quemado de celos tanto como aquel, si soporto cada palabra fue por qué en verdad quería recuperar a su esposo.

La tortura de Boun acabo a las cuatro de la mañana, que después de mucho llanto y confesiones, Prem a penas podía mantenerse de pie por lo tanto el corpulento subía las escaleras en dirección a la cama con el peli rosa entre sus brazos; la borrachera ya lo había dejado totalmente ajeno al mundo real.

—Boun...—susurro Prem mientras se aferraba al cuello del peli cobre.

—¿Si?

—¿Podemos volver a intentarlo?

La realidad era que Prem le había mentido en todo a Mew, nunca hablo con Boun sobre volver, únicamente se lo había dicho con la intensión de herir al menor tan hondamente al punto de que este terminara odiándolo y así, no finalizar su contrato como cantante, prefería tener el rencor de Mew  a qué el otro diera fin a una vida de sueños.

El rubio sonrió. —Fue lo que le dijiste ¿Cierto?

Prem se quejo mientras se frotaba la mejilla en el pecho contrario —Sí.

Boun suspiro golpeado por esas palabras tan lúgubres. —Sera mejor que lo hablemos cuando no estés ebrio.

El peli rosa solo asintió muy borracho para entender el significado de la frase, posteriormente Boun no dijo más, así que recostó al menor sobre la cama

—Dijo que me amaba y lo herí. —soltó de repente mientras Boun lo acomodaba, este alzó la mirada afligido por la voz tan débil con la que Prem se expresaba.

—No querías que ese niño sufriera lo mismo que tú, no todas las personas son tan valientes para hacer algo como lo que hiciste Prem— comento Boun ahora dirigiéndose a la sudadera del menor para quitársela.

Prem volvió a llorar culpable por el peso que conllevaba romper el corazón de una persona —Lo extraño. — Confesó poniéndose de lado para sufrir más a gusto.

Su esposo sintió hundirse en un vacío helado pocas veces había sentido un dolor interno tan punzante, pareció incluso, volver al tiempo que Prem amenazaba con no despertar más.

—Prem ¿Amas a ese chico?—interrogo dispuesto a terminar de morir ahí mismo, ya no podía perder más de lo que ya había pedido, era mejor terminar de clavarle la estaca.

El peli rosa se quedó un rato pensativo, después como todo un borracho, rio travieso —Sí, yo creo que sí.— confesó dejando las lágrimas a un lado.

Ocho citas  ~BounPrem~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora