~ 4. Las ocho citas ~

607 63 3
                                    

Boun agarro el folder y se lo tendió al más bajito, quién con una expresión triste lo sostuvo mientras sus manos temblaban.

- Ahorrémonos los abogados Prem, te quedarás con todo, está casa, la de verano, acciones en las que he invertido, ahorros, la mitad de las tarjetas de crédito las cuales seguiré liquidando, tendrás los carros, se que el mío no te servirá de mucho pero puedes venderlo, te seguiré cubriendo el seguro médico, el 45% de mi salario serpa para los niños y el 5% para ti, tengo derecho de ver a los niños al menos un día a la semana y en las vacaciones de verano se quedarán conmigo, si crees que algo hace falta solo dime y lo anexaremos. – Comentó Boun tomando nuevamente del wisky.

Prem no tuvo otra opción más que tomar asiento en uno de los sillones, su mente se quedó en un completo transe por varios segundos, cuando decidió revisar los papeles, se dio cuenta sin duda alguna que era un acta de divorcio.

En la cual venía estipulados todos los bienes que le correspondían, por alguna razón era lo que menos le importaba en ese momento, el dolor en el pecho y el sentimiento en la garganta los superaban, Prem se agarró la frente con unas ganas inmensas de soltarse a llorar.

- Boun, es que ... - Prem trago saliva. - ¿Divorciarnos? ¿Es lo que quieres? ¿Y lps niños? ¿Cómo , como les vamos a explicar esto? – interrogo el castaño entre lágrimas.

- Esto ya no tiene arregló Prem, lo sabes, lo sé, respecto a los niños encontraremos la manera correcta de hacérselos saber. – Boun miro a los ojos al castaño, a pesar de que le vio con la nariz roja y los ojos hinchados, no expresó nada en su mirar, como si fuera algo normal y sin valor alguno.

- Pero, son ocho años, llevamos ocho malditos años. ¡¿Eso no importa?! – Sollozo el castaño mientras se limpiaba las lagrimas con las manos.

- Prem, ya basta, no te hagas esto. – Mencionó el rubio hincándose para estar a la altura de Prem, posteriormente lo tomo de la mano.

- Esto no fue tu culpa, hiciste lo que tenías que hacer y no pudiste hacerlo mejor, el único culpable fui yo por no haber podido sobrellevarlo. – Volvió a comentar Boun sujetando con fuerza la mano de su aún pareja, el susodicho no podía mirar a los ojos de Boun, pro alguna razón no paraba de llorar, no siquiera era capaz de formar una oración coherente, el daño que le provocaba toda esa situación le impedía opinar con claridad.

- Vete de aquí, Boun, no firmaré esa mierda ahora. – Gimoteo Prem quitando su mano con velocidad.

- No tienes que hacerlo ahora solo llámame cuando...

- ¡LARGO DE AQUÍ MALDITA SEA! – Grito enfurecido el menor mientras se levantaba del sillón y se dirigía a la puerta, luego la abrió indicándole al rubio que debía marcharse. El antes mencionado solo dio un respiro y camino hacia la puerta, estaba por decir algo más hasta que Prem la azoto la puerta en su cara. Boun deseaba tocar nuevamente, más supo que lo mejor era dejar a que su espero pasará tiempo a solas.

Prem lleno de ira y tristeza comenzó a tirar varias fotografías donde estaba junto a su esposo, luego tomo los retratos de las mesas, la mayoría fotografías de su boda y las lanzo con rencor hacia la pared.

Cuando ya no había fotografías, subió a la alcoba para tirar toda la ropa de Boun, también se quitó el anillo lanzándolo por la habitación, rompió todo lo que pudo que tuviera que ver con su marido, estaba tan mal que llamo a su madre, le explico la situación con la intención que no llevará a los niños, más muy al contrario está si los llevo a casa.

Los niños no hicieron preguntas, tenían tanto sueño que fueron a dormir, la madre de Prem se quedó con él, abrazándolo mientras lloraba, así se quedaron hasta que simplemente se quedó dormido.

Ocho citas  ~BounPrem~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora