~ Final parte I: Hasta pronto~

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La noche que Mew tocó la puerta correspondiente al hogar de Prem, fue Boun quien la abrió, vestido únicamente con unas bermudas color marrón. Mew, con solo verlo había entendido perfectamente.

Tuk también supo que ya no había más que hacer ahí, todas sus esperanzas fueron aplastadas.

—Lamentamos molestarlo, ya nos vamos— hablo el rubio dándose la vuelta.

Mew no dijo nada, con que Boun lo mirara había tenido suficiente, en solo unos segundos fue humillado, avergonzado y rebajado, lo único que faltaba era un "Te lo dije" por parte del mayor, al final no fue más que un pasatiempo para el peli rosa.

Necesito odiar a Prem.

Concluyó Mew en cuanto dio los primeros pasos para irse de aquel lugar tan denigrante. Seguro que podría lograrlo, bastaría con numerar lo defectos de Prem, acompañado a esto, lo remplazaría con placeres nocturnos y desquitaría su rabia en canciones tóxicas.

—¡Niño!—grito Boun sacando a Mew de sus perjudiciales pensamientos.

Mew se giró al oír la voz gruesa de Boun quien estaba recargado en el marco de la puerta con un porte triunfante.

—¿Tienes algo que decir? — pregunto con cinismo.

Tul se preparó para detener a Mew en caso de que este quisiera desatar su irá, el platinado se tomó su tiempo para hacerle frente al otro sin ninguna debilidad.

—Si. —desafío —Felicidades señor Guntachai, no sabe lo afortunado que es, tiene unos hijos maravillosos, ahora que son pequeños juegue mucho con ellos por mi, respecto a Prem, quiéralo, quiéralo tanto y hasta el final, por qué yo ya no podré.

En ese instante Boun recordó la promesa que le hizo a su exesposo la noche de su boda.

"Si algún día te enamoras de alguien más, te seguiré amando tanto que solo querría verte feliz."

Ese recuerdo hizo que se viera así mismo dándose una bofetada y gritarle como reclamó;

"Cumple tu promesa."

Ante el silencio de Boun, Mew estuvo a punto de darse la vuelta.

—Lo harás tú mismo—comentó Boun viendo como el menor se tambaleaba sin creerlo. Tul quien había sido solo un espectador también quedó sorprendido.

Una vez pasó el letargo y todos los presentes se convencieron de no estar alucinando; el platinado se dispuso a hablar con el mayor para un encuentro con Prem sin que el cantante descuidara su itinerario, así que con la ayuda de un intermediario que prácticamente hizo todo por qué los otros dos no lograban ponerse de acuerdo en nada, establecieron que lo mejor era reunirse el día del concierto; aunque Boun había prometido decirle a Prem, Mew no confiaba en él.

Más decidió dejarlo así, pudo haberle llamado a Prem, pero no lo hizo, primeramente, por qué no encontró las agallas, segunda por qué una parte de él le decía que era mejor sentir un poco de su dignidad reintegrarse.

Dejaría todo en manos de Boun Noppanut, de este modo, con la hora, fecha y lugar acordados, Boun y Mew se despidieron con un leve movimiento de cabeza.

—Mew—pronuncio el moreno por primera vez; El platinado le observo pendiente. —Enserio espero que sea muy feliz a tu lado tanto que ni siquiera recuerde lo triste que era estar al mío.

El musculoso asintió, no había palabras que pudieran sellar las emociones de aquel ambiente, en Boun se notaba una resignación tan nostálgica y en Mew una paz melancólica, más con un simple gesto Mew concluyó la conversación.

Ocho citas  ~BounPrem~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora