𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐟𝐞𝐞𝐥𝐢𝐧𝐠𝐬 || 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 𝐲 𝐭𝐮

𝟏.𝟑𝟔

Llegue hacia donde se encontraba mi escuadrón. Todos estaban despiertos y en posición de ataque.

-Capitan, Altea ya nos informó... ¿es cierto lo que dijo?- preguntó Petra acercándose un poco hacia mi preocupada.

-No lo se, está loca- respondí mirando como Altea hablaba con Erwin. -Regresa con los demás- ordené a la peli naranja y ella obedeció.

Fui hacia donde todos se encontraban: Erwin, Altea y los demás capitanes.

-Esta es nuestra primera exploración fuera de los muros de noche, puede suceder de todo- fue lo que logré escuchar desde lejos por parte de Erwin mientras iba hacia ellos.

-Altea, ¿que fue lo que escuchaste?- preguntó Hange.

-Pasos, pasos que hacían retumbar el suelo-

-¿Y cómo estás segura de que sea un titán?-

-Confío en mi sexto sentido... además ¿cuál otro animal puede hacer retumbar el suelo tan fuerte?-

-Tenemos que estar en alerta... más que antes- dijo Hange con voz seria.

-Iré junto a mi escuadrón y otros soldados más para ver lo que está pasando- habló esta vez Mike. -Algo me apesta-

-Es mejor que quedáis aquí por el momento, no está seguro ir por allá- contradije a lo que Mike dijo.

-Levi tiene razón, no es seguro ir, ad...-

Antes de que Erwin termine con su frase una fuerte ráfaga de viento vino hacia nuestra dirección, haciendo que las ramas y las hojas se movieran de forma brusca.

Cuando el viento cesó todo el paisaje dejó de ser iluminado por la luz de la luna, siendo cubierta por las nubes.

-¡COMANDANTE POR ALLÁ!- exclamó uno de los hombres encargados de vigilar.

-¡ALERTA TITÁN!- exclamó otro.

Mierda...

-¡TODOS EN POSICIÓN, QUÉDAD EN LAS RAMAS. NO BAJEN HASTA CUANDO YO LO DIGA!-

Todos obedecemos a las ordenes de rubio, quedamos esperando alguna señal por parte de él, mientras sentíamos las ramas moverse por las fuertes pisadas de las tres siluetas que se podían ver claramente desde lejos.

-Se están acercando demasiado a nosotros. Las pisadas de están haciendo más fuertes- dijo Moblit analizando la situación. -Altea tenía razón-

-Mierda, ya están aquí- logré escuchar la vos de un soldado cerca mío y inmediatamente lo miré fijamente a los ojos haciéndoles señas con la cabeza de que mantenga la calma.

-Debemos de atacar- dijo de repente Mike preparando sus cuchillas.

-No... aún no...- contradijo Altea mirando hacia su adelante.

-¡Que quieres decir con eso!- exclamó Auruo desesperado desde donde se encontraba.

-¿A caso no lográis percibirlo?- preguntó Altea enojada, recibiendo miradas perplejas por parte de todos. -Esos titanes... se están debilitándose. Sus pisadas empezaron a diminuir, así de improviso- dijo sin dar muchas vueltas al asunto.

"¿Cómo?", "¿Cómo puedes estar tan segura?", "Es imposible, ellos no..."

-¡Esto es el mejor momento para por ir a investigar!- exclamó Hange emocionada.

-Nada de eso Hange- intervino Erwin haciéndole razonar. -No tenemos los suplementos necesarios para hacerlo-

-Pero...-

-Nada de pero, Hange- replicó de nuevo el rubio a la de lentes.

Terminado el berrinche del bichoraro otra ráfaga de viento se presentó, haciendo que esta ves la luz lunar desapareciera, volviéndolo todo oscuro. .

*BOOM*

*BOOM*

*BOOM*

Unos fuertes ruidos hicieron que nos sobresaltáramos y inmediatamente cubrirnos los ojos para evitar que la nube de polvo y tierra entraran en ellos.

Bajé mi brazo para intentar ver lo que teníamos adelante nuestro. Me quedé perplejo, aún no se veía nada, pero de a poco a poco el muro de polvo fue cediendo, pero por la obscuridad no se podía ver nada.

-¡ALTEA QUE HACES ALLÁ ABAJO!- exclamó Moblit desesperado.

Bajé la mirada y ahí vi a esa niña malcriada montada en su yegua blanca con un antorcha en su mano izquierda para iluminar su camino, dándonos las espaldas.

¿Que mierda tiene ahora?

-¡¿Altea pero que estás haciendo?!- exclamó enojado Erwin.

-¿Que crees tú?-

-¡¿A caso quieres morir en tu primera expedición?!- está ves habló Mike elevando la voz para que la escuchara.

-¡Altea, regresa inmediatamente aquí!- dije gritándole para que me escuchara.

Si me saldrán canas antes del tiempo, ya se a quien darle la culpa.

-¡Estoy simplemente haciendo mi trabajo! ¿Qué? ¿A caso nuestra tarea no es descubrir todos los secretos que estos seres esconden?!- respondió la peli negra. -¡Quedad quietos. Iré yo!- dijo para luego ordenar a su yegua de ir adelante.

Que niña tan terca y imprudente que me asignado.