Motive 《AdrienA. FélixG. LukaC. y tú》

3. Motivos.

Una semana después.
Pov _____________:

Me sorprendía lo mucho que Gissa podía conseguir solo con una semana, tenía información de Luka, Adrien y Félix.

Sus vidas, sus pasatiempos, el nombre de sus padres pero en particular de lo que tanto me interesaba, el motivo por el cual me seguían.

—Amiga —musito Gissa cuando leí el motivo de cada uno—, le gustas a los tres —chilló emocionada.

¿Yo?, ¿gustarle a tres chicos?, ¿al mismo tiempo?

Estábamos bajo las gradas del campus, escondidas ya que nos saltamos la clase de deporte.

—¿A quién eligirás? —pregunto curiosa—. Los tres son buen partido.

Mire en mis manos cada hoja, Gissa me entrego en un folder beige la información. Como si fuéramos agentes encubierto.

—¿Porqué tengo que elegir a uno? —pregunte con un puchero—. ¿Porqué no puedo elegir a los tres?

Gissa me miro sorprendida.

—Amiga... —alce una ceja—, ¡es una buena idea!, podrías andar a escondidas con los tres, así ninguno se enteraría.

—Gissa —pausé—, ¿sabes lo que es el poliamor?

La pelirroja me miro asombrada.

—Nooo... —alargó la o.

—Siii... —sonreí ampliamente.

La información de Gissa era mi gran catapulta, ¡al fin!, tenia mi oportunidad de experimentar, si ellos no lo aceptaban, seguiría con mi vida, nada del otro mundo.

Ellos tienen sus respectivas admiradoras: Bridgette, Marinette y Zoé.

Era de suponerse. 

—¿Y cómo hablarás con ellos al mismo tiempo?

Pensé unos segundos, mordí mi labio y sonreí cuando una idea surcó en mi cabeza.

—¿Todavía tienes los sobres de la clase de literatura?

Gissa sonrió aun más y asintió.

Tres notas con tres destinatarios distintos, tres sobres negros con mensajes similares pero diferentes a la vez.

El plan fue sencillo, Gissa se ofreció para entregarlos, los dejó dentro de los casilleros de cada uno, sin que nadie la viera y ahora solo quedaba esperar a que el día llegara.

La cita era el sábado a las siete de la noche en el Puente de las Artes, un lugar neutro, poco transitado a partir de las seis.

El resto de la semana me los topaba rara vez, coincidiamos algunas veces en los pasillos pero por fortuna Gissa aparecía para llevarme a otros lados, haciendo más dramática la espera.

Cuando finalmente llegó el sábado estaba ansiosa y nerviosa, no sabía lo que podrían pensar o decir. 

—¿Formal o informal? —inquirí mientras me miraba al espejo.

Llevaba un vestido negro con flores en mi mano izquierda y en la otra un jean gris oscuro con una camiseta larga y holgada.

—Opción B —apoyó Gissa a través de la pantalla—. Combinas el pantalón con unas botas negras que te lleguen a los muslos, le haces un nudo a la camiseta para parecer más sensual y encima una chaqueta negra de cuero.

Imaginé la propuesta de Gissa en mi cabeza. Tal y como la dijo.

Sonreí al instante

—Me encanta —aprobé sonriente.