Motive 《AdrienA. FélixG. LukaC. y tú》

25. Luka Couffaine.

Pov _____________.

—Lamento la demora —murmure, viendo que Dorian miraba la televisión.

—Por poco se enfrían —respondió con recelo, mirando mis rodillas—. ¿Qué te pasó? —se levantó, preocupado.

—Tropecé y caí, no te preocupes que estoy bien. ¿Manzana o naranja? —inquirí, mostrándole las sodas.

—Debes limpiar esos raspones, se te van a infectar.

Tomó las sodas de mis manos y tiro de mi, llevándome al baño. Bajo la tapa del retrete y me obligó a sentarme. Gruñí, recibiendo sus atenciones.

—No puede ser... —deje de mirar mis rodillas ante sus palabras—, estas embarazada.

Abrí mis ojos ante su comentario, vi que señalaba la prueba de embarazo en el cesto de basura.

—Ah, no —gruñí, poniéndome de pie—, salió negativa.

Tome la cajita para abrirla y sacar la prueba, enseñándole que salió negativa.

—¿Qué no te proteges? —regañó, mirándome con desdén.

—Solo fue una noche y se me olvidó —respondí con recelo, volviendo a tirar la prueba.

—Que bueno que salió negativa.

—Sí, lo mismo pensé.

Volví a sentarme.

—¡Buenas noches! —apareció Ashley, mirándonos alternadamente—, que bueno que no están desnudos.

—¡Ashley! —espeté con vergüenza y soltó a reírse.

—Leí tu mensaje así que decidimos volver —me miro con una sonrisa—, estoy emocionada por conocer a Gissa.

—Es salida de chicas —aclaré, señalandola.

—Umh, Nestor y yo podemos salir también.

—Eso me parece buena idea —apareció el mencionado, señalando a Dorian—. Para aprovechar nuestros últimos días en París.

Dorian asintió, arrodillandose para limpiar mis raspones con sumo cuidado. Deje de observarlo para fijar mi atención en Ash, me guiñó un ojo y se marchó junto a su novio.

Rodé los ojos.

Al día siguiente.

—Está ciudad es realmente bella —comentó la rubia con satisfacción, apoyándose en el barandal a su espalda—, ¿cómo pudiste renunciar a esta ciudad?

—No tenía nada —susurré con la vista fija en el río Sena—, ya sabes. Los chicos rompieron con nuestro lazo y mis padres fueron los que me enviaron a Chicago así que no tenía caso rogar por mi regreso.

—Entonces...¿por qué decidiste regresar por tu cuenta?

—No tenía planeado hacerlo —admití—, pero, mis padres volvieron a buscarme para el audiolibro y por cierto, resultó lo que intuí.

—¿Félix estuvo involucrado? —preguntó y asentí.

—Últimamente he estado recibiendo la verdad de muchas cosas.

—¡Ya llegué!

Dejamos de mirarnos ante una tercera voz, Gissa terminó de subir los escalones para acercarse a nosotras.

—Lamento la demora —exhaló, mirándonos con una sonrisa pequeña.

—Pero llegaste —murmuré—, Gissa, ella es Ashley —mire a la rubia con una sonrisa—, Ash, ella es Gissa. Ambas son mis mejores amigas.