Motive 《AdrienA. FélixG. LukaC. y tú》

8. Tiempo juntos.

Pov _____________:

Había pasado ya un mes desde que inicie una relación poliamorosa con esos chicos totalmente distintos. No hemos podido coincidir estas semanas ya que la universidad nos quita tiempo.

Pero nuestras charlas por chat o videollamada son constantes, eso me hacía realmente feliz.

Digo, los tres se tomaban el tiempo de hablarme, aun así fueran las doce de la madrugada. Eran tan tiernos.

Cada que los veía en la universidad les lanzaba un beso juguetón que los hacía sonreír. Sus hermosas sonrisas alegran mi estrés de aquellos días.

—Miren nada más —un suspiro de cansancio brotó de mis labios. De nuevo ellas, irritantes y...ridículas.

Cuando creí que Marinette, Bridgette y Zoé serían mis mayores enemigas, aparecen otras tres fanáticas de mis chicos: Ellen, Qunnie y Harlen.

Las tres chicas comparten clases con ellos. Ellen con Adrien, Quinnie con Félix y Harlen con Luka.

¿Genial, no?

Marinette, Bridgette y Zoé parecían no ser problema, ellas no se entrometian en mi relación, al parecer las tres lo aceptaron y respetaron la decisión de mis chicos.

Pero esas tres no. Ellas sí eran las verdaderas arpías, las que me mataban con la mirada, las que se insinuaban a ellos, las que me molestaban.

Gissa y yo nos sorprendimos al conocerlas, son lindas, dignas de una portada de revista. Pero mis chicos ni la hora les daban.

Son amables con todos, pero con ellas son reservados y fríos. Félix más de lo usual.

—La pequeña zorra que no se conforma con uno —molestó Harlen con tono socarrón. Una rubia de ojos avellana, típica en París.

—¿Cuánto creen que le dure el gusto? —canturreó Quinnie. Una castaña de ojos verdosos/ámbar.

—Apuesto que no mucho —respondió Ellen con diversión. Una peli-naranja de reflejos castaños y ojos grises.

Las tres ríeron como si hubiesen dicho el mejor chiste de la historia.

Rodé los ojos burlona. Cerré mi casillero sin mucha prisa, me colgue bien mi mochila y pase por en medio de las tres, empujándolas.

Se quejaron y camine lentamente.

—¡Zorra! —chilló Ellen con molestia.

A continuación se dio lo que tuvo que darse.

Nunca en mi vida había peleado en el colegio, pero admito que fue una jodida locura. La primera en atacarme fue Ellen quién se desquito al sujetarme del cabello, imité su acción al aferrarme con fiereza de su cabellera naranja.

Como acto seguido Harlen me abofeteó con dureza, logré someter a la rubia cuando le propine un bajo golpe en la costilla y de pilón, una bofetada que hizo girar su rostro.

Me safé del agarre que Ellen tenía contra mi cabello y también le di una bofetada.

Nunca había visto a una multitud de estudiantes tan entusiasmados hasta ese instante.

Quennie me sujeto con las dos manos del cabello por lo que hice lo mismo con su cabello castaño. Ambas tirabamos la una de la otra para ver quien le arrancaba primero el cabello a quién.

—Eres solo un juego para ellos —murmuró la castaña entre quejidos, logré obligarla a soltarme y afiance mi agarre en su cabellera. Gimió de dolor.

—Ya quisieras tú ser su juego —respondí con arrogancia.

Una mano impacto en mi mejilla, solté a Quinnie y caí al suelo, vi como Ellen masajeaba su mano, ardía un infierno pero evite demostrarlo, cuando estaban por tomarme entre las tres, intervinieron mis chicos.