Motive 《AdrienA. FélixG. LukaC. y tú》

17. Cruda realidad.

Pov ____________:

—Permiteme ayudarte.

Un chico realmente apuesto y amable tomo mi mano con delicadeza, mis ojos se fijaron en él, asombrada. Algo en él me resultaba vagamente familiar.

Su sonrisa aperlada y sus ojos.

Subí los escalones restantes con su ayuda después de que casi resbaló por culpa de un niño que pasó corriendo.

Contuve la respiración y soltó mi mano cuando estuve segura.

—Gracias —sonreí.

—No es nada, nos vemos.

Siguió su camino, bajando las escaleras sin prisa alguna, portaba un elegante traje negro e iba hacia un auto negro.

—Guapo, ¿no?

Salté del susto, encontrando a una chica que miraba al mismo hombre que yo.

—Tyler es...

—¿Tyler? —interrumpí con sorpresa y ella asintió.

¡Ahora veo por qué me resultaba conocido!

Ese engreído de la universidad ahora es un hombre muy caballeroso.

Me decepciono un poco que no logrará reconocerme.

—¿Usted es la señorita Lively, verdad?

—Así es.

Me pidió que la siguiera y lo hice.

—¡____________! —detuvimos nuestro andar cuando gritaron mi nombre, y mi decepción se esfumó. Tyler terminó de subir los escalones principales y me miro sonriente—. Algo me decía que tal belleza la había visto antes.

Mi sonrisa se amplió y mordí mi labio inferior, conteniendo una risa para acercarme a él y abrazarlo con fuerza.

—Es un placer verte de nuevo.

—¿Tienes tiempo? —inquirí.

Por la noche.

Canté a todo pulmón Anaconda mientras Tyler reía de mí, las personas a mi alrededor bailaban, bebían y cantaban igual que yo.

Mi cuerpo se movía al ritmo de la canción, por inercia quizá o por el alcohol que bebí durante la noche. Tyler estaba más enfocado por mi que su diversión.

Me obligué a sentarme, dejando el vaso sobre nuestra mesa.

—¿Qué ha sido de ti? —pregunté con voz alta, el castaño alzó una ceja, sonriendo ante mi estado efusivo.

—Desde que salí de la universidad he estado trabajando —comentó, bebiendo el tercer sorbo de su vaso. ¡Solo lleva uno!—. Me gusta la posición en la que estoy.

—¿Empresario?, estoy sorprendida y orgullosa.

Tyler rodó los ojos, dejando de verme para observar el ambiente.

—¿Qué ya no te gusta este ambiente? —pronuncie, poniéndome de pie para mover mis hombros al ritmo de la canción—. Era tu pasatiempo favorito.

—Lo era —asintió—, ahora no tengo mucho tiempo.

Cubrí mi boca, mirándolo.

—¿Tenías planes hoy?

—Sí, pero, cancelé.

—¿Por mí? —pregunté con ternura y Tyler gruñó.

—Por la bebida gratis —elevó su vaso y bebió su contenido.