Capitulo 2

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- Abuela te traje el desayuno - Dolores entro al cuarto de su abuela

- Gracias hija pero no deberías hacer tantos esfuerzos

- No te preocupes estoy bien - Dejo el plato y vaso en la mesa de a lado -¿Cómo
te sientes hoy?

- Un poco mejor ¿Mandaste la carta?

- Si, me notificaron que fueron entregadas así que no deben tardar

- Eso espero

- Mamá dice mi papá que te apures porque tienen que comprar muchas cosas para la bienvenida de la familia - La niña de 8 años idéntica a su madre y de nombre Emma entro al cuarto

- Voy, te veo al rato abuela - Salieron de la habitación

- Amor ¿Crees que todos vengan? - Mariano la miro salir

- Yo espero que sí, por el bien de todos

- ¿Nos van a llevar al pueblo? - Un pequeñito de 5 años muy parecido a su padre salió de su habitación

- Si Armando, necesitamos ayuda para todo lo que tenemos que traer - Mariano rió

Juntos se dirigieron al pueblo.

La casa había sido reconstruida con la ayuda del pueblo, era la réplica exacta de la anterior solo que sin una gota de magia, los cuartos por años quedaron esperando el
regreso de sus dueños pero eso no sucedió por 10 años, era una casa enorme para
solo 5 personas.

Por la tarde, en un coche llegó Luisa con su familia.

- No estoy segura - Se notaba muy nerviosa

- Tranquila amor todo estará bien - Leonardo tomo su mano y siguió conduciendo

Sus dos hijos miraban todo asombrados, pues a pesar del tiempo el pueblo se
mantenía igual a lo que su madre les había contado, acoplandose un poco a lo nuevo.

Toda la familia se paró frente a la puerta y Luisa tocó.

- Lu - Dolores abrió y se lanzó a abrazar a su prima

- Es un gusto verte de nuevo

- No lo puedo creer mírate estás igualita- Dolores ya había soltado algunas lágrimas

- Si - Rió un poco - Oh amm te presento a mi esposo Leonardo, mis hijos Luis y
Lorena

- Mucho gusto, es un placer conocerlos en persona, con las fotos no es suficiente,
mirense tienen los rasgos de la familia Madrigal - Miro a los dos pequeños

- Hola tía - Dijeron los dos al mismo tiempo

- Bueno ahora dónde vivimos somos la familia López - Leonardo sonrió nervioso

- Claro lo entiendo, pero pasen, preparamos su cuarto con lo necesario

Mariano salía de la cocina con sus hijos.

- Luisa, que gusto verte de nuevo - Se dirigió a saludarla

- Mariano, mírate todo un padre de familia

- Si les presento a Emma y Armando

- Mucho gusto niños yo soy su tía Luisa

Rato después los niños ya se encontraban jugando mientras Luisa y Leonardo
entraron con la abuela.

- Me da tanto gusto de verlos bien - Tomaba sus manos con fuerza

- Si abuela a nosotros también nos da gusto estar aquí

- Tenemos que hablar pero primero quiero que toda la familia este reunida

- Por supuesto abuela

En la madrugada Luisa no podía dormir y recorrió toda la casa hasta encontrarse
frente a la puerta del cuarto de Mirabel, si lo habían reconstruido y ahora lo usaban
como un lugar sagrado dónde se hayaban fotos de ella y de su abuelo además de
cosas que se pudieron recuperar todo a forma de homenaje.

El día que la magia se perdió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora