Harry Potter's Second Chance

Capítulo 2: The Journal of Harry Potter

2. El  diario de Harry Potter

Severus Snape se encontraba en sus aposentos tres semanas después de la Batalla Final que tuvo lugar en los terrenos de Hogwarts tras el desastroso final del Torneo de los Tres Magos. Voldemort estaba muerto; finalmente muerto, pero no sin pérdidas.

Sirius Black había caído. Black había corrido hacia Harry cuando una maldición explosiva de Bellatrix le alcanzó en plena espalda. Gritó mientras los huesos se fracturaban desde el punto de impacto hacia fuera. Mientras caía, la espantosa bruja lanzó una Maldición Cruciatus que acabó con él. Harry, agotado por el gasto de su magia, se arrastró hasta el cuerpo de Black, poniéndose directamente en la línea de fuego de Bella. Justo cuando ella cacareaba de alegría por haber encontrado al Niño que Vivió, gritó al verse envuelta por la niebla roja de un hechizo que Harry no había oído nunca. El hechicero era Snape. Severus no sabía qué era aquella extraña niebla... roja entre él y Harry.

Harry también había sido testigo de la mutilación de Remus Lupin cuando su querida Nymphadora Tonks fue horriblemente abatida por una Maldición Expulsora de Entrañas.

Severus no podía culpar al odioso muchacho por lo que al final se había hecho... a sí mismo.

Severus, curioso por saber qué le había ocurrido al Niño que Vivió después de abandonar San Mungos, se había encargado finalmente de calmar su curiosidad. Había encontrado en el lugar del Potter de quince años a un niño asustado que parecía tener cuatro, quizá cinco años. Petunia Dursley había empujado literalmente al pequeño hacia él, y le había dicho que se lo llevara antes de que le hiciera lo peor.

Ahora, en sus aposentos de las mazmorras de Hogwarts, con el niño profundamente dormido en el sofá y un vaso de whisky de fuego en la mano, miraba fijamente el diario con las orejas de perro. Lo había descubierto cuando se introdujo en la pequeña casa muggle para ver si había algo que el niño pudiera querer. En el tambaleante escritorio del dormitorio que había pertenecido a Harry Potter había un diario de composición de aspecto desgastado; Severus lo había cogido.

Era un cuaderno muggle normal, encuadernado con papel blanco de rayas anchas. Harry había escrito y dibujado en él con ceras, tinta y lápiz.

Severus había leído el diario dos veces y ahora, con su pluma favorita en la mano, volvería a leer el diario, pero esta vez dejando su propia huella en el color de la tinta verde y su propia caligrafía de punta.

Su primera nota estaba en la cubierta interior del diario: "Me has dirigido tus palabras, Potter... ¿por qué?

La siguiente escena era uno de los recuerdos que Harry había recopilado antes de su des-envejecimiento y que había pegado en varios lugares del diario:

Recuerdo:

Harry Potter estaba en su pequeño dormitorio del número 4 de Privet Drive y medio escuchaba cómo sus tíos discutían al otro lado de la puerta cerrada.

"¡Estoy harto, Vernon! ¿Me oyes?"

¿Cómo podía el hombre no oír aquella voz horrible y chillona?

"No pasaré mi precioso verano mimando...".

"Por favor, Pet, es el padrino del niño...", llegó la voz exasperada de Vernon.

Se oyó un chasquido agudo, el de una mano huesuda contra una mejilla carnosa. Harry se preguntó cuándo había empezado tía Petunia a pegar a tío Vernon. También se preguntó por qué el hombre grande y fornido no le devolvía el golpe. La aplastaría fácilmente como a un insecto.