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Caminando por Shinjuku se encontraba T/n, hoy tenía día libre y quería aprovechar su día caminando. Estabas camino a la casa de los Sano's.
Necesitabas decirle a Emma, no importando nada más...
Cuando estabas cerca de la casa de Emma, pudiste observar como Draken apartaba de manera brusca las manos de Emma de las suyas, sin pensarlo mucho atacaste como lo solías hacer siempre, nunca se debían meter contigo porque la furia te segaba y no controlabas lo que hacías, eras un peligro.
Saltaste inmediatamente hacía donde estaba Draken, lo derribaste de una patada y te sentaste sobre su torso para golpearlo constantemente.
-T/N SUÉLTALO- gritaba Emma desesperada por su novio.
-NO, ÉL SE LO GANO- seguiste golpeándolo hasta que tus nudillos sangraron.
-T/N SUELTALO PORFAVOR- gritaba la rubia.
Te paraste y aún con tu mano sangrando te acercaste a Emma.
-Si no te aprendes a valorar, la próxima vez no estaré ahí como estúpido para ti, te lo advierto Emma- te fuiste de ahí dejando confundida a la rubia..
Draken estaba sangrando de la nariz y aunque te había golpeado ni cosquillas te hizo, eras considerablemente más fuerte.
-Estas bien- le dijo Emma a su novio.
Este asintió y la dejo en esa calle completamente sola.
-Ya me cansé, si ella no se valora- suspiro- me alejaré de ella, yo no me merezco esto.
Caminaste cerca de un parque solitario, te sentaste y respiraste ondo.
-Que complicadas son las mujeres- dijiste
-Ni me lo digas- se escuchó otra voz.
-Asi que también tienes problemas con tu pareja- murmuraste.
-Si, ella me terminó por un hombre- la chica se sentó a tu lado.
-La mía ni siquiera me hizo caso- bufó
-esta ciega entonces, eras muy bien parecida.- volteaste a verla, encontraste dos bellos orbes verde esmeralda.
-Que lindos ojos tienes- dijiste de la nada.
-Gracias- dijo la más pequeña- vamos acompáñame a comer Taiyakis!- dijo animada la albina.
