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La motocicleta salió huyendo, esto no estaba bien.
-Se que estás molesta conmigo, pero quédate un poco más, tengo un mal presentimiento- ella me miró molesta pero asintió.
Durante un par de semanas ordene a varios mis subordinados cuidar a Emma.
Senju estaba distante y no me venía a ver desde lo que sucedió con Emma, estaba a una semana de salir del sanatorio.
Estaba agradecido por eso, ya me tenía cansado estar en este lugar.
-Entonces Senju no ha venido- dijo mi hermano.
-Si, creo que la cagué- dije de manera sincera.
-Alejate de las relaciones durante un tiempo, al parecer en eso no te va bien- el muy maldito se empezó a reír.
-Habla el que le roba las novias a Shinichiro- me tenía que vengar.
Mala idea.
Estábamos peleando con Wakasa, el me tenía contra el suelo y yo tenia mis manos alrededor de su cuello.
Parecíamos niños pequeños peleando, de repente mamá entro y nos hecho una de sus miradas asesinas.
-Levantense o los levantó yo- su voz salió terrorífica.
Wakasa y yo nos levantamos inmediatamente, no queríamos ver a mamá enojada.
Me dieron de alta, ya tenía varios días en mi casa, Senju no estaba, parecía que había regresado a su hogar con Takeomi y Haru-chan.
Estaba sentado en el sofá, los brazos extendidos a los lados, mis piernas sobre la mesa y la cabeza hacia atrás. Estaba pensando en que carajos me había equivocado, en la pared estaban las fotos con Senju y sobre la mesita había una de Emma con Wakasa y conmigo.
-No soy suficiente?- murmure para mí mismo.
El sillón se fue de espaldas y yo con el.
-MIERDA- mi cabeza dolió.
-No puedo ser más torpe o si!- estaba reclamando a mi mismo.
Mis ojos se pusieron cristalinos, la regla me había llegado. Odiaba esa mierda.
-Ya matenme- tome una de mis sudaderas largas, busque las llaves y salí a comprar mis toallas.
-Despues iré a cobrar- murmure.
-Destino de mierda, necesito a Senju- iba por la puerta cuando me encontré a Senju en la puerta.
-Perdon! Lamento no haber estado para recibirte!- se miraba angustiada.
