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Estaba recostado "durmiendo" aunque de hecho estaba revisando mi celular.
Emma y Senju estaban cabreadas conmigo, por ahora lo mejor sería evitar molestarlas más.
Con Senju ya teníamos un año estudiando en Yokohama, ya casi volveríamos a Shinjuku.
Regresando a mi posible muerte, había llamado a Haruchiyo e Izana para que me sacará del encierro en el que me tenían Senju y Emma.
-Cabrones vengan a traerme- -Ya vamos para allá, solo dinos cuando Emma y Senju se distraigan para estacionar enfrente- -perense-
Me asome al pasillo y pude escucharlas hablando con la hermana de Hakkai, Yuzuha una muy buena amiga mía.
-Ya denle, están ocupados con Yuzuha- -Ya vamos!-
Intenté salir por la puerta, pero escuché la voz de Senju y Emma en la entrada principal.
-Mierda y ahora como- murmure esperando una señal de los Dioses.
Observe la ventana y una idea estúpida vino a mi mente.
Un madrazo después...
En cuestión de minutos ya nos encontrábamos en fuga, estaba sobre la camioneta de Haruchiyo.
-La puta madre- soltó Izana de un solo- Si Emma se entera me mata- murmuro con algo de miedo.
-A mi, Senju me va a dar un fierrazo si se entera- dijo con entusiasmo Haruchiyo.
Aveces he llegado a pensar que Haru es masoquista, pero que se le hace.
-No es como si ustedes se hubieran tirado de una ventana- murmure adolorido.
-JSJAJAJJA- los dos empezaron a reírse a carcajadas.
-Malditos jotos- ambos rieron más fuerte.
-Escuchaste ese ruido?- pregunto Senju a Emma.
-Si- afirmó
-Yo no he escuchado nada, mejor sigamos en lo que estábamos- hablo Yuzuha tomando el bowl con masa de galletas de chocolate.
-Si, tienes razón- Hablo Senju
—maldito Imaushi, más te vale llegar a tiempo— susurro Yuzuha.
-No jodan- susurré al ver a todo Tenjiku esperándome.
-Bienvenido a las jodas fe Tenjiku- hablo Izana.
-Hoy nos divertiremos- afirmó Haruchiyo.
No sentía absolutamente nada, estaba mareado y tenía ganas de vomitar.
Sabía que no era buena idea beber con Izana y Haruchiyo, no habíamos bebido solo cerveza.
Acostumbraba beber todo tipo de tragos, pero jamás había combinado tantos licores en una sola bebida.
-Joder- murmure levantándome.
Mi celular comenzó a vibrar con insistencia, maldición, de seguro eran las chicas, no quería que me matarán, todavía era muy joven para morir.
Conteste ya que no tenía de otra.
-Bue- -MALDITO IDIOTA, DÓNDE CARAJOS ESTAS- -Hola Yuzu, bien y tu?- -Donde estás Imaushi?- -En- -En dónde?- -No tengo ni puta idea- -Cuando sepas, toma camino directito a tu casa, Emma y Senju te van a matar- -Oh mierda-
Sabía que estaba en problemas, Yuzuha colgó la llamada y yo me levanté en busca de una salida.
Sabía que no saldría con vida de esta madreada, la cruda se me había bajado del miedo que tenía.
Al ubicarme correctamente, tome camino a mi casa, había llegado a Nagano, la prefactura más alejada de todo Japón, después de dos horas y 52 minutos de viaje, llegué a mi dulce hogar, por no decir que este sería el infierno en unos cuantos minutos.
-Estoy en casa- hablé con algo de miedo.
-Bienvenido a casa, T/n- escuché la voz de Emma y Senju al unisono, sabía que esta mierda se saldría de control.
-Pasa, querido- las palabras habían salido con algo de enojo.
