Parte 35: El Camino Era Más Simple

432 54 4
                                    

YSe podría decir que mew suele perder un poco demasiado rápido la compostura.

Sentado sobre sus tobillos y con la mente un poco nublada agarró con delicadeza  el mentón del omega, deslizó su pulgar por el borde de sus labios atrayendo su cabeza hacia su entrepierna. Los pequeños labios en "o" del omega agarraron húmedos la punta de su miembro que llevaba tanto tiempo duro, causando una molestia particular. Mew rechino los dientes al sentir la humedad y calor de la boca del menor "¿Erik sintió esto primero?" le comía la cabeza algún pensamiento libidinoso y lleno de celos.

Se habían perdido demasiados procesos y experiencias en este tiempo separados, la saliva de gulf enviaba corrientes eléctricas y un calor difícil de aplacar, paso su lengua por la punta, uso como colchón la misma para engullir un poco más la extensión. Mew agarró su mandíbula casi obligándolo a mirar su ojos y elevó sus caderas para sumergirse un poco más, la lentitud del movimiento lo estaba torturando a la vez que un enorme placer pasaba por su espalda hasta llegar al lugar que era succionado.

Gulf agarró el miembro con una de sus manos, con la otra sujeto su peso agarrando la pierna del alfa, retorcía su cuerpo como gato en celo a la vez que lamia con la punta de su lengua la punta del miembro venoso que sostenía, dio un apretón haciendo que mew jadeara. - más. Metelo un poco más - murmuró mew apretando su mandíbula. Gulf acomodo con cuidado su cabello al costado de su oreja, con ambas manos se agarró de los muslos de mew y succiono la punta nuevamente para luego hundir su rostro hasta que el miembro tocó la parte profunda de su cavidad. Mew dio un fuerte gruñido, sus caderas se movieron por voluntad propia.

-omega, mi omega, no vuelvas a hacer esto con nadie más - acarició desde su hombro hasta su cintura, como un gato retorciendo su cuerpo acercó las caderas hacia la mano que lo acariciaba, mew con su mano dominante agarró el glúteo del omega jalando un poco para atraer más su cuerpo, metió la mano bajo el pantalón y tanteo la zona.
Estaba húmeda y pegajosa, escuria una sustancia acuosa que ponía a Mew ansioso, sus ojos desprendían una luz anaranjada por el solo hecho de hacer contacto con aquel líquido que escurría por las piernas de su omega. Caliente, pegajoso con un aroma y textura que eriza su piel, siempre desea saborear lo, puede sentir la feromonas en la punta de la nariz, también en la punta de su lengua.

Gulf chupo con fuerza ante las palabras de su alfa, raspo con los dientes la piel haciendo que mew retire su cuerpo de la cercanía que había alcanzado, afirmó las palmas a su espalda semi recostado dejando un mayor alcance al menor. Su cabello caía sobre sus caderas rozando la piel. Gulf llevó la mano que sostenía su falo hasta la bolsa que también comenzó a endurecerse, el aroma que desprendía mew en este momento le generaba un fuerte calor en el centro de su vientre.

Mew tomó el rostro de su pareja en un movimiento rápido, lo elevó y agachó el suyo sintiendo su esencia en los labios del menor en cuanto sus bocas se unieron. La respiración agitada de gulf dio escalofríos a todo su cuerpo, un cuerpo caliente que parecía no aplacar su deseo con nada.

Gulf intentó murmurar algunas cosas, nada que mew comprendiera, lo recostó sobre la cama y de forma tan natural como respirar quedó entre sus piernas sus dedos no fueron delicados al momento de entrar en la cavidad caliente del omega haciendo que este encorvada con fuerza la espalda, incluso en sus oídos pudo escuchar los huesos acomodándose y los fuertes jadeos escaparon de su garganta directamente, los sonidos eran intensos, desbordaba aquel canal que era invadido ahora por tres dedos pero seguramente la mano de mew estaba empapada en los fluidos; jamás se había sentido tan mojado.
-No, no tus dedos-murmuró gulf contra su boca. - metemelo- jadeo agarrando con sus palmas el rostro de mew que mostró un rostro de confusión para cambiar de inmediato a un rostro extasiado. El miembro de mew palpitaba y con la clara luz del día que atravesaba la ventana podía ver claramente como se marcaban las venas de sus brazos, de su vientre y de su miembro, miró hacia la entrepierna del alfa, sintió un escalofrío recordando como hace unos segundos esa cosa enorme y dura había entrado en su boca.

DebussyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora