¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra ________:
—¿Y esto? —preguntó Sarada, con el ceño fruncido mientras observaba la escena frente a ella.
—No tengo idea —respondí, sin apartar la vista del espectáculo.
Wasabi se acercó con una sonrisa divertida. —Le hizo una broma al director Iruka.
—Ese es su castigo —añadió Namida, cruzando los brazos.
Sarada soltó un suspiro. —No puede ser más ridículo —dijo, negando con la cabeza.
Boruto estaba suspendido boca abajo en medio del salón, con cinta en la boca. Un castigo peculiar por su última travesura.
Sumire, ajena al alboroto, escribía en el pizarrón con letra clara: "Excursión al País del Agua".
—Será la primera salida oficial fuera de la aldea —anunció Shino, con tono solemne—. Es una oportunidad importante, así que quiero que se comporten con responsabilidad.
—¿El País del Agua? Arena, olas, comida deliciosa... —fantaseó Chouchou, con los ojos brillantes.
Wasabi le guiñó a Namida. —Definitivamente necesitamos trajes de baño —dijo, y ambas rieron.
Shikadai se cruzó de brazos. —Ahí está la Aldea Oculta de la Niebla, ¿no? Su reputación no es precisamente alentadora —comentó.
—Eso fue hace tiempo —intervino Denki, con voz suave.
—Igual, no nos afecta —replicó Shikadai, encogiéndose de hombros.
—Representarán a nuestra aldea —advirtió Shino—. Si ocurre cualquier incidente, la excursión será cancelada sin aviso.
—Entonces, ¿no habrá clases? —preguntó Doushu, con entusiasmo.
—Eso suena bien —añadió Houki, sonriendo.
Denki se puso nervioso. —L-la excursión no es un paseo... —dijo, titubeando.
—No seas tan aguafiestas —se burló Doushu.
Sarada suspiró. —Qué infantiles son los chicos —comentó, mirando al techo.
Yo me reí ante el comentario de mi prima, sin poder evitarlo.
Shino carraspeó. —Ahora elegiremos al encargado de la excursión. ¿Algún voluntario?
El salón quedó en silencio.
—¿Nadie? —insistió.
Levanté la mano con una sonrisa maliciosa. —Sensei, creo que Boruto Uzumaki sería el candidato perfecto —dije, mirando a Boruto con picardía.
Boruto se estremeció, aún colgado, incapaz de protestar.
—¡Buena idea! ¡Yo también lo creo! —exclamó Shikadai, entusiasmado.