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POV ________:
Me encontraba en el área de entrenamiento donde, días atrás, había enfrentado a Kagura. Esta vez, él me había citado sin dar demasiados detalles. Al llegar, lo vi empuñando la Hiramekarei, una de las legendarias Siete Espadas de la Niebla.
—Es una espada fantástica —comenté, acercándome—. ¿Y por qué me llamas a estas horas?
—Perdón. La verdad es que quería mostrártela —respondió Kagura, bajando la espada con respeto—. Heredar esta arma significa cargar con el futuro. ________, tomé esta decisión gracias a ti.
—Pero yo no hice nada —dije, sonriendo.
—No. Tenías razón. La sangre no tiene nada que ver. Nosotros decidimos cómo vivimos.
—Así me gusta. A la aldea le irá bien si te conviertes en su líder.
—Eso espero...
—¡Te lo garantizo! Tú tranquilo.
—Es extraño que me anime al oírte decir eso.
—Es que soy buena juzgando a los demás.
Ambos reímos. Pero la risa no duró.
De pronto, el agua que rodeaba el área se alzó, encapsulándonos en dos esferas líquidas. Levité sin control hacia la segunda planta del edificio. Kagura también. Frente a nosotros apareció una figura conocida: el hombre del callejón.
—Cuánto tiempo, Kagura —dijo con voz grave.
—¡Usted! —exclamó Kagura, sorprendido.
Nos liberó de las esferas y caímos al agua.
—¿Qué haces, bakayaro? —pregunté, molesta.
—Señor Shizuma... —murmuró Kagura.
—Hola, Kagura. Y tú, Hatake ______ —dijo Shizuma, mirándome.
—¡Tú eres el del puerto!
—Soy Shizuma Hoshigaki. Lamento las molestias que te causó mi recadero.
—¿Los que secuestraron a Denki eran tus amigos? Bueno, al final lo rescatamos.
—Los jóvenes están enojados por culpa de la insensible conciliación que nos imponen.
—¿Y qué es lo que quieres? Este saludo no me hace gracia.
—Se supone que aún está en arresto domiciliario —dijo Kagura.
—Lo quebranté. Ya no estoy obligado a obedecer al Mizukage.
—¿Qué quiere decir?
—Es obvio. Llegó el momento de recobrar nuestra dignidad.
—¿Qué tonterías dices? —interrumpí.
Shizuma descendió y se posicionó frente a nosotros.
—Es exactamente lo que oíste. Kagura, ahora que tienes una de las Siete Espadas, llegó la hora. Mata a la hija del anterior Hokage y del actual Hokage. Declara la guerra.
