—¡No! ¡Eso no es lo que él quiere! ¡Usted debería saberlo! —exclamé, con el corazón en la garganta.
Choujuro puso su mano en mi hombro.
—________-chan, me alegra que seas tan amable. Pero Kagura es un ninja. Si infringe las leyes, será castigado como tal.
—¿Como ninja? —intervino Sarada—. ¿De verdad quieren matar a Kagura? ¿Un Mizukage sacrifica a quien sea para proteger la aldea? Al menos yo no quiero ser una Hokage así.
—Yo menos —añadí.
—No pido que lo entiendan, pero no me queda alternativa —dijo Choujuro, con pesar.
Boruto sonrió con astucia.
—En ese caso... ¿Y si esto no fuera una revuelta?
—¿Qué dices? —preguntó Choujuro.
—Si no fueran los Siete Espadachines, sino simples matones, Kagura, ______-chan y yo solo seríamos sus víctimas.