Aún tenía la sensación del cuerpo de Baji-san latente bajo mi piel, recorriendo mis venas como un dulce y mortífero veneno. Me sentía débil y diminuto, y la frustración era más poderosa que yo, al no poder estar cerca de la persona con la que deseaba disfrutar esta noche. Me sentía como un niño caprichoso y pegajoso, sin poder evadir ese deseo.
Como si fuera poco, ese abrazo solo me hacía sentir más confundido. Baji-san siempre bromeaba conmigo, pero esta vez había llegado demasiado lejos. Sin embargo, yo... de alguna manera quería que eso pasara? Mis pensamientos en ese momento fueron tan... extraños e inesperados. No puedo negar mi admiración por Baji-san, pero puede ese sentimiento distorsionarse de la manera en que lo hizo?
Desde el momento en que vi a Baji-san pelear por primera vez, he sentido un hormigueo en el pecho cada vez que estamos cerca. Pero supuse que era normal sentir eso con alguien que admiras demasiado. Además, pese a que Baji-san es algo cascarrabias e impulsivo en muchas oportunidades, cuando está tranquilo, él es muy gracioso, risueño y considerado. Realmente disfruto su compañía y me siento, de alguna forma, cautivado por su carisma. Solo que... Esta vez fue diferente.
Él definitivamente es fuerte y guapo - si lo miras desde afuera -, pero jamás lo había visto actuar de esa forma. Sus manos deslizándose suavemente por mi cintura mientras al mismo tiempo hacían una presión tan firme y decidida, y esa indescriptible mirada que recorría todo mi cuerpo con una seriedad enigmática y sugestiva. Cuando pienso en ello, mi cuerpo se ve perturbado por completo. Quizás mi mente exageró o imaginó algunos detalles? Pero lo que sentí ante eso si fue real y yo...
Qué hago para quitar esa alucinaciones de mi cabeza? Antes de volverme completamente loco y perder el control, no sé de qué formas... Pero no puede ser. No puede ser lo que estoy pensando. Esto me atormenta. Debe haber otra explicación. Quizás le estoy dando muchas vueltas y solo debería esforzarme por olvidarlo y ya.
Al salir de la habitación, Mitsuya y las chicas me estaban esperando:
- Chifuyu, date prisa! Solo faltas tú! Quedan solo 30 minutos! - exclamó Mitsuya, ya personificado en su disfraz inspirado en Kaworu Nagisa, que consistía en unos pantalones de cuero azules, una sudadera del mismo color con unas rayas negras horizontales y una chaqueta negra de cuero tipo crop con los detalles del bodysuit de dicho personaje.
Las chicas, situadas alrededor de Mitsuya, estaban todas disfrazadas de clones de Rei Ayanami, con atuendos que tenían distintas modificaciones del original, de tal forma que cada traje se veía increíblemente distintivo del otro.
- Chifuyu-kun, ponte esto! - una de las chicas me lanzó los pantalones de mi traje, mientras otra me esperaba al lado del tocador con una brocha en la mano.
Me sequé rápidamente en un rincón, me puse los pantalones con timidez, intentando cubrirme con la toalla, y me senté frente a uno de los espejos arrastrado por una tercera chica.
- Chifuyu, por suerte tienes un rostro y una piel muy lindas. Creo que no tendré que hacer mucho. - su rostro estaba muy cerca del mío y esparcía una crema suavemente en mi cara.
Luego de 10 minutos, ya estuvo listo. Mi piel lucía aún más reluciente y mis pestañas castañas se habían vuelto blancas. Además había utilizado un producto brillante con el cual había dibujado una líneas que se extedían desde los extremos de mis ojos hacia la línea de mi cabello.
- Chifuyu, qué estás esperando? Ven acá, tenemos que arreglar tu cabello-
- Eh? Pero mi cabello está bien -
- No está bien según el diseño de Mitsuya - la chica apuntaba un boceto detallado que incluso tenía ojos verdes y cabello rubio como yo.Me senté sin chistar. Parecía que no tenía poder en esa habitación, así que no valía la pena protestar ante su palabra.
La chica secó mi cabello y procedió a dibujar unas ondas con una plancha, dejándolo con un volumen que lucía genial.
Finalmente, - y no sé por qué accedí - el resto de las chicas terminaron de vestirme, acomodaron el traje, hicieron algunas costuras finales leves, mientras retocaban mi cabello y mi maquillaje. Sentía manos recorrerme por todas partes y comenzaba a sentir que deliraba, al estar todas vestidas de manera similar.
- Chifuyu, no imaginaba que siendo tan delgado tenías ese gran trasero - decía la chica que estaba arrodillada ajustando mi pantalón.
- Síii, esos pantalones le quedan muy bien - decía la que empolvaba mis mejillas, desviando su mirada hacia mi parte trasera mientras la brocha seguía moviéndose erráticamente en mi cara.
- Yo quisiera tener más trasero, qué envidia - decía la chica que aplicaba fijador a mi cabello, lanzándolo a mi cara.
- No lo había notado, ahora siento un poco de vergüenza - dije ruborizado, intentando cubrir mi cara del ataque de fijador.
Siguieron así por largo rato hasta culminar con su proyecto.
- Chifuyu, quedaste muy guapo! No nos seas infiel en la fiesta después de todo lo que hicimos por ti - decían haciendo puchero.
En tan solo 25 minutos ya habían terminado y me habían llevado a mirar el resultado a un espejo. Era una imagen delirante el verme rodeado de los ojos rojos (de contacto) de esas 10 chicas. El resultado final me gustaba muchísimo y sentía que tenía un poco más de confianza luego de sus palabras. Además, habían logrado distraerme.
- Muchas gracias, chicas. Son increíbles. Solo planeo beber un poco y jugar en las maquinitas, no soy lo suficientemente divertido para las mujeres - bromeé.
Todas rieron y nos fuimos conversando alegremente hacia el escenario, donde tomaría lugar el inicio de la gran fiesta.
Cuando llegamos, ya debían haber alrededor de 200 personas frente al escenario y a través del gran ventanal roto, podía ver una gran fila que se extendía fuera de mi campo visual. Baji-san debería estar en el escenario, no es así? Pero no lograba divisarlo entre el resto de miembros que ocupaban toda la plataforma. Supongo que estaba bien así por el momento, debía esperar que el demonio abandonara mi cuerpo antes de verlo. Sí, debo estar endemoniado.
De pronto, mientras estaba sumido en mis cavilaciones, sentí una mano que apretó con alevosía una de mis nalgas. Golpié por reflejo al tipo de al lado, quien protestó enérgicamente.
- Lo siento. No pude resistirme - sentí la risa traviesa de Takemichi tras de mí.
- Idiota, no me agarres el trasero sin avisar - alegué.
- Chifuyu, no me había fijado que eras tan nalgón. - Hakkai estaba al lado de Takemichi, con unas gafas negras y un largo abrigo de cuero que llegaba hasta sus tobillos.
- Hermanito, no aproveches tus gafas para mirar el trasero de la gente! - le reprochaba Yuzuha, que estaba al lado de su hermano, con gafas y un abrigo similar, pero completamente de látex.
- Chifuyu, tus nalgas son como un error en la matrix - Hakkai se quitó los lentes y siguió mirando ahora sin ocultarlo.
- Ya basta! Chifuyu, no lo escuches! - Yuzuha ahora lo estaba golpeando, mientras Takemichi reía a carcajadas.
Mientras discutíamos sobre mi trasero -no quería volver a hablar de eso nunca más en mi vida- , el estruendo de un rayo irrumpió estrepitosamente en el salón, provocando un silencio sepulcral. El ruido de voces y movimiento cesó completamente y dio paso al graznido y aleteo de cientos de cuervos que flotaban en el aire con tal efecto que parecía sentir su presencia física en el lugar.
Desde una cortina de espeso humo se comenzó a escuchar una frenética risa, aún secundada por ensordecedores rayos. De pronto, del techo, saltando desde una cuerda, aterrizó una figura oscura.
- Bienvenidos a la noche del demonio de la toman Neo-Detroit party! - exclamó Mikey, elongando su cabeza y sus brazos hacia atrás, y emitiendo un grito tan enérgico que avivó a la multitud de forma frenética.
ESTÁS LEYENDO
Bloody Halloween
FanfictionEsta historia se sitúa en una línea temporal donde Baji no muere en el Halloween Sangriento. A dos años del incidente, Chifuyu aún no puede superar el haber estado a punto de perder a su mejor amigo y tiene episodios de pánico. Ad portas del anivers...