Capítulo 18 - pocky game

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- Creo que no cabemos todos en la terraza así que, Draken, me sentaré en tus piernas - la voz de Mikey sonaba extraña.

- Qué? Puedo traerte una silla - decía Draken fingiendo neutralidad.

Mikey lo empujó en un movimiento algo torpe y lo tiró al sofá, procediendo a instalarse en sus piernas de golpe, provocando un quejido por parte del mayor. Al parecer, no solo habían mirado las estrellas, sino que también habían bebido un poco.

- Taka-chan, tú también ven a sentarte aquí. Es por el bien de todos - decía Hakkai a Mitsuya, que reaccionó dándole un gran golpe en la cabeza.

Así nos acomodamos todos en los tres sofás que habían, de la forma que pudimos. Pusimos el alcohol en la mesa y comenzamos a idear un juego.

- Chicos, hay gente muy sobria, partamos con algo que nos ponga de humor - dijo Mitsuya desafiante.

- Sí, aunque será difícil embriagarme. Yo siempre bebo mucho. - afirmaba Hakkai con seguridad.

Y así fue como jugamos cascada, para "calentar", pero terminamos más que calientes.

- Mikey, deberíamos jugar strip poker, qué te parece? - decía Hakkai, que parecía había mentido respecto a su resistencia al alcohol y se encontraba recostado en el hombro de Mitsuya.

- Idiota, están tu hermana y Hina-chan acá. No podemos hacer eso - respondía Mitsuya, quien sí tenía mejor resistencia al alcohol que el resto.

Mikey, por su parte, ya se estaba quitando su playera negra, ahora ya desparramado sobre Draken -quien intentaba mantenerlo vestido-.

- Bueno, volvamos a los clásicos y juguemos verdad o reto! - dijo Smiley, sonando más razonable que el resto.

- Mejor apostemos dinero - gritaba Koko sobándose las manos desde la mesa de pool, siendo ignorado por todos.

- Para hacerlo más interesante, lancemos un dado y si sale par es verdad, e impar es reto - decía Ran Haitani, lanzando un dado al centro de la mesa.

Nadie sabía cómo habían entrado, pero estábamos demasiado ebrios para protestar. Además, ellos también lo estaban. Se sentaron al lado de los gemelos, provocando que rayos saliesen de sus ojos.

Ran estaba disfrazado de desquiciado con una polera que emulaba una camisa de fuerza, maquillaje de ojeras y su largo cabello suelto y desordenado a propósito. Mientras que Rindou parecía ser el psiquiatra maniático que mantenía a Ran encerrado y en su delantal se dibujaban drámáticas manchas de sangre.

El dado que lanzó Ran cayó en un número par y dado que él tuvo la idea, se ofreció a partir.

- Yo tengo una duda: es verdad que cuando te follan de perrito te jalan de tus dos trenzas?  - preguntó Smiley entre risas, el alcohol le estaba afectando realmente.

- Quieres intentarlo? - preguntó Ran desafiante, sin dejarse provocar, ofreciendo uno de sus mechones de cabello al ahora pelinegro, ocasionando que se sonrojara y ardiera de ira.

- No quiero jugar más - decía Smiley con una sonrisa de furia.

-Ya, suficiente, tratemos de llevarnos bien. Yo voy ahora - Mitsuya lanzó el dado y salió impar.

Todos nos quedamos mirando pensando en un desafío.

- Yo tengo una: que Hakkai y Mitsuya jueguen el juego del pocky -

- Idiota, no puedes proponer eso tú mismo - Mitsuya iba a golpear a Hakkai nuevamente, cuando sentimos una voz chillona irrumpir en la habitación.

Era Baji-san con su novia. Por alguna razón, su expresión era sombría y en su rostro no se dibujaba su sonrisa habitual. Sentía como si algo lo preocupara, pero no lograba entender qué. Por su parte, la empalagosa chica no paraba de gritar y colgarse de su brazo, pareciendo no importarle la indiferencia de Baji.

Era tan estúpido. Aunque no lo quisiera y aunque estuviese viendo a la otra chica a su lado, mi cuerpo embriagado se sentía agitado con solo tenerlo cerca. Estaba haciendo todo lo humanamente posible por sacar mis ojos de él y por mantener la calma.

Pero me era imposible. Comencé a sentir cómo se acaloraban mis mejillas, mis manos tiritaban y no sabía hacia donde mirar para evitarlo. Hina pareció notarlo y tomó mi mano tiernamente mientras me dedicaba una sonrisa.

- Heeeey Mikey, siento interrumpir. Necesito hablar contigo a solas - su voz grave irrumpió en el lugar.

Mikey, que apenas podía ponerse de pie y reposaba su cabeza en el cuello de Draken, pareció reaccionar al escuchar la voz de su amigo.

- Bueno, entonces que Baji juegue al pocky con Chifuyu - gritó Souya, que también estaba ebrio y claramente no estaba entendiendo la dinámica del juego, ni la dinámica de la situación.

Todos me miraron, por lo que comencé a ponerme nervioso y a negar con las manos sin lograr mirar a Baji-san, que estaba parado a unos dos metros.

- Chicos, ni de broma. Baji-san ni siquiera está jugando y está acompañado. No lo molesten - soltaba una risa nerviosa y miraba al suelo avergonzado, mientras por alguna razón todos comenzaron a apoyar la idea.

Seguía mirando mis pies tratando de controlar mi acelerado corazón,  cuando sentí el perfume de Baji-san muy cerca de mí.

Vi como su mano sacó un pocky de la caja con gran habilidad, me paró del sofá con un brusco movimiento y puso el pocky en mi boca ayudándose con sus dedos. Todos quedaron callados e incluso Inupi y koko dejaron de jugar.

La cara de Baji-san se acercaba lentamente, tomándome del cuello con firmeza y buscando mi mirada con sus ojos que habían retomado color. Sentía su perfume y mi cuerpo embriagado reaccionaba. Me quedé pasmado y cerré los ojos, mientras sentía los crugientes mordiscos cada vez más cerca de mí. Hasta que llegó a la zona sin chocolate y su labio inferior rozó brevemente el mío en un último mordisco para el cual inclinó su cabeza en un movimiento que pareció casualmente sensual.

Mi cara era como un tomate y quedé paralizado, escuchando a lo lejos los quejidos de la novia de Baji que le recriminaba lo que estaba haciendo y le exigía volver a la pista de baile.

- Son unos cobardes, no es la gran cosa. Mi único reparo es que hueles a alcohol, Chifuyu. Nos vemos, chicos - esas fueron sus últimas palabras y se retiró con su novia que no paraba de hablar.

- Ay por qué eligió a alguien así? - decía Yuzuha irritada por la presencia de la chica.

- Realmente no es agradable - le respondía Hina, intentado no ser grosera.

- Eh Chifuyu, quedé preocupado por lo que tenía que decir Baji, pero no creo que logre bajar las escaleras. Puedes alcanzarlo y preguntarle? Por favor - decía con la lengua algo enredada.

- No quisiera interrumpir... - respondí. No tenía ganas de encontrarlos besándose o haciendo quizás qué cosa. Además, aún estaba avergonzado por lo de mi aliento a alcohol.

- Por favor, Chifuyu. Tengo un mal presentimiento -
Mikey parecía demasiado serio al respecto, así que no pude negarme.

Takemicchi se ofreció a acompañarme, pero preferí ir solo. Sería rápido, encontrarlo, preguntarle y ya. Es mi amigo, debo estar feliz por las cosas buenas que le pasen aunque me rompa el corazón. Solo iré y se lo diré, luego volveré con los chicos.

Bajé las escaleras con más dificultad de lo que esperaba y preferí partir buscando en el sótano, solo para después no tener que bajar más escaleras.

Como ya estaban todos ebrios y satisfechos, el sótano ya no estaba lleno de gente yendo a buscar cosas e incluso se veía algo espeluznante. Casi me arrepiento de bajar, cuando siento unos quejidos. Era la voz de Baji y su novia que provenía del baño.

No sabía si ir, no quería verlo así con otra persona. Me di cuenta de que realmente no tenía la valentía para verlo con alguien más. Pero de pronto los gritos se parecieron más a una discusión y comencé a preocuparme.

Me acerqué sigilosamente a la puerta del baño y me escondí entre las sombras a espiar lo que estaba pasando.

- Cariño, hagámoslo por última vez, acaso no te gusto? Prometo que será nuestro secreto y no te pediré nada nunca más -



Bloody HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora