La voluptuosa chica tenía arrinconado a Baji contra la pared e intentaba quitarle la ropa.
- Dijiste que no pedirías nada más. Mantén tu promesa y acepta que no pasará nada entre nosotros.- Baji se oía tan diminuto, su voz era suave y baja.
- Cómo puedes decir eso con tanta seguridad? Tú lo disfrutabas, lo sé, tu cuerpo reaccionaba cuando lo tocaba y te fuiste muchas veces dentro de mí. De verdad quieres que crea esa estupidez? - la chica tironeó su top con insistencia y azotó a Baji contra la cerámica, provocando que se golpee la cabeza.
- Sabes que no voy a golpearte, así que, por favor, detente. Accedí a pasar la noche contigo con tal de que no armaras un escándalo y tú prometiste que no pedirías nada más. - podía sentir la frustración y la angustia en su temblorosa voz.
- Acaso ya no te gustan las chicas? Con ese cuerpo tan delicioso, no puedo permitir que se desperdicie - la voz de la chica era delicada, pero algo en ella sonaba siniestro y repugnante. Para ella todo parecía ser una broma.
Miré nuevamente la escena y la chica estaba intentando tocar la entrepierna de Baji, mientras él intentaba sacar su mano de ahí con delicadeza.
No pude soportarlo más, estaba ardiendo en furia y repulsión, y no pude detenerme de interrumpir la escena.
- ESCUCHASTE QUE NO QUIERE ESTAR CONTIGO, QUÉ MÁS NECESITAS OÍR? - dijé enfurecido. No solía reaccionar así, pero la situación me parecía sencillamente indignante.
- Disculpa, quién eres tú? Ah... Eres el amiguito. Creo que estás confundido, acaso Baji no te ha contado de mí? -
Esa tipa estaba desquiciada.
- Me da igual quien seas, pero tú lo estás haciendo sentir incómodo, eso no está bien... - lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.
- Chifuyu, está bien, no es tan grave, la llevaré a casa y ya - apoyó su mano en mi hombro.
Su sumisión me rompió el corazón. Baji-san es un idiota, siempre cargando solo con su dolor y tratando de solucionar todo por su cuenta.
- No! Ella debe irse sola, tú te quedas conmigo - respondí impulsivamente, sintiéndome algo avergonzado de mis palabras.
La chica enfurecida con mi presencia, pareció salirse de control y se aproximó hacia mí jalándome del cabello y lanzándome al suelo de golpe.
Baji, que había estado en total sumisión, pareció enfurecerse e inmovilizó a la chica en el piso en un solo tiempo.
- Dijiste que no molestarías a los chicos! No puedo ser violento con una mujer, pero si tocas a mis amigos, buscaré la forma de hacerte pagar - la voz de Baji fue tan profunda e intimidante, que incluso yo me sentí asustado.
Todo parecía ir de mal en peor cuando, de pronto, Takemicchi y Hina entraron con un wokitoki en las manos.
- Sanzu, la desquiciada está en el baño. Mikey ordena que la expulses a como dé lugar - decía Takemicchi al wokitoki.
- Chicos, lo siento, todo esto es un malentendido. Baji y yo nos iremos a casa y arreglaremos todo por nuestra cuenta. Cariño, no hay necesidad de montar este espectaculo, cierto? -
Esa chica era realmente manipuladora, tanto que su rostro de arpía pareció cambiar completamente en cosa de segundos. Pero Sanzu llegó ràpido como un rayo ante la orden de Mikey y la hizo desaparecer sin titubear ni escuchar sus protestas.
Takemicchi y Hina acompañaron a Sanzu, para asegurarse que no se excediera con la infame mujer y nos dejaron a solas con Baji.
- Baji-san, por qué no me dijiste? - cuestioné, aún con lágrimas en mis ojos y con apenas un hilo de voz.
- No quería arruinar su noche, era mi deber lidiar con ella por mí mismo -
- Por qué intentas lidiar con todo tú solo? Estoy aquí, como un idiota, día y noche para ti. Pero te rehúsas a confiar en mí - no podía parar de llorar como un bebé.
- Chifuyu, no llores. - se acercó a mí y me envolvió en un profundo abrazo. - Me sentí avergonzado y pensé que no creerías una historia tan absurda - su dulce voz tan cerca de mi oído apaciguaba mi pesar y me envolvía en su dulzor. Tan dulce, tan dulce, qque me sentía mareado.
- Quiero oír todas tus historias absurdas y aunque me digas que la luna es de queso, sabes que lo creeré porque sale de tu boca - estaba avergonzado de mis palabras, pero no podía parar de decirlas. El sentimiento dentro de mí me dominaba con una intensidad arrasadora.
- Eres un idiota borracho Chifuyu... - el pelinegró soltó una pequeña risita, antes de proseguir a contar lo que sería una historia desgarradora.
- Esa chica, 5 años mayor que yo, vivía tras de mí cuando tenía 11 años. - su voz se tornó más seria de golpe. - Naturalmente, a esa edad, solo quería hacer artes marciales y salir con los chicos, por lo que no me interesaba interactuar con ella. Hasta que... inventó el rumor de que había tenido sexo conmigo en el gimnasio y realmente, no supe que hacer. - sus ojos se llenaron de frustración y parecía esforzarse en mantener la calma.
- Eso es... Horrible. Por supuesto que te creo, te creo - lo estreché fuertemente, mi corazón no paraba de decirme que quería protegerlo de todo lo que pudiese dañarlo.
- Pasó algún tiempo y ventualmente me pilló solo en el gimnasio. Me atrajo al cuarto de limpieza y ahí me forzó a hacer muchas cosas. En ese entonces mi autoestima estaba tan destruída por la muerte de Shinichiro, que no fui capaz de negarme a los encuentros por un tiempo y mi mente se iba a blanco cuando pasaba. Realmente no sé resolver los problemas sin violencia, así que me sentía atrapado - sentía como su cuerpo se tensaba al evocar esos recuerdos y mi corazón se rompía en pedazos.
- No puedo creer que alguien sea capaz de hacer algo así. Quisiera haberte protegido... - las làgrimas volvían a brotar de mis ojos en un vaivén de emociones.
- Tú no tienes la culpa, yo fui un imbécil que no supo poner límites. Y aún así... tú me protegiste. Cuando te conocí, comencé a sentirme mejor y por fin pude alejarme de esa situación. Pero ella no se dio por vencida y ha seguido intentando contactarme desde ese entonces. Me ha tenido los nervios de punta... -
- Idiota, tú no tienes la culpa. Ella era mayor que tú, no debió hacer lo que hizo! - comencé a golpear su espalda indignado. - Esa mujer, prometo que la sacaré de tu vida - dije apretando los dientes de ira.
- Chifuyu, no me asustes con esa mirada, parece que fueses a matarla - decía entre risas, apuntando mi ceño fruncido con uno de sus dedos.
- Baji-san, eres un tonto! Cómo ríes en un momento así? - protestaba haciendo un berrinche.
Baji-san parecía un Dios insensible del caos y la violencia por fuera, pero todo eso no era más que una forma de ocultar su corazón noble y dócil de los depredadores que lo han acechado sin piedad.
- Río porque estoy feliz. Al fin se fue ella y ahora puedo estar con mi tonto amigo borracho. Crees que aún quede tiempo para divertirnos? - su mirada se iluminó nuevamente y en su cara se dibujó la sonrisa más hermosa del mundo. Sí, soy un estúpido por pensar algo tan empalagoso. Pero yo, aunque no pueda tener esa sonrisa para mí, disfrutaré cada segundo a su lado y no permitiré que nadie arrebate esa sonrisa de su rostro.
- Obvio, la noche es joven - respondí de forma traviesa.
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Bloody Halloween
FanficEsta historia se sitúa en una línea temporal donde Baji no muere en el Halloween Sangriento. A dos años del incidente, Chifuyu aún no puede superar el haber estado a punto de perder a su mejor amigo y tiene episodios de pánico. Ad portas del anivers...