❝Oye, pequeña tonta
¿Por qué insistes en averiguar
quién soy?
¿Acaso no es suficiente para
ti saber que te amo?❞
✒ Diabolik Lovers pertenece a Rejet e Idea Factory. Tanto la protagonista como personajes secundarios son de mi propiedad.
✒ No se perm...
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¿De verdad piensas todo eso de mí? Awww, ¡sabía que solamente eras un tipo que se hace el duro pero por dentro es un soft!
Cuando te conozca, ¡te daré todos los abrazos del mundo! ¡No te soltaré hasta cansarme!
Y si realmente es cierto lo que dices, si sabes cómo soy, eso significa que vas a tener que aguantarme apegada a ti como si fuera una garrapata.
Así que, ya sabes, olvídate un poco de lo que sería tu 'espacio personal'.
¡Y ya se que me tengo que esperar hasta el lunes! ¡Pero no puedo evitar emocionarme! La semana se me hace muy larga cuando pienso todo lo que tengo que esperarme.
PD: olvidé mencionarlo. Pero te presentaré a mi gato. ¡Le caerás muy bien a Snowball!
Atte: Do.
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Shu no podía evitar sonreír por la carta que le había dado aquella chica. ¿Cómo podía ser tan linda con alguien desconocido para ella?
Sin embargo, la sonrisa se le borró de inmediato cuando oyó varias voces entrando en el salón. Concretamente, la de los trillizos.
--- Shu-san parece feliz~ ---canturreó Laito, riendo mientras se acomodaba el sombrero, acercándose con curiosidad al sofá donde estaba su hermano mayor.
--- Laito tiene razón. Normalmente tienes una cara horrible e inexpresiva ---comentó el pelirrojo en tono burlón.
--- Sois tan molestos ---se quejó el mayor, quién para ese momento ya había guardado la carta para que no la vieran.
--- ¿Acaso estar con Do en la sala de música te pone feliz? ---se burló el castaño.
Shu no dijo nada, pero para los trillizos las cosas eran demasiado obvias. Desde que se juntaba con esa chica, había cambiado. Eso sí, se aseguró de que nunca supieran lo de las cartas.
--- Amor. . . es un sentimiento tan extraño y débil, como los humanos. ¿No es así, Teddy? ---Kanato abrazó con más fuerza a su oso de peluche.
--- Hm, puedo imaginar lo que hacen allí los dos solos ---las mejillas de Laito se sonrojaron mientras decía esas palabras, y a su lado, Ayato lo miraba con una mueca de asco---. Oye, Shu, ¿has grabado sus gemidos? Yo también quiero escucharlos~
Pero, contrariamente a lo que solía suceder, en vez de quedarse quieto, Shu acabó golpeando a Laito en la cara; una cachetada. Kanato y Ayato miraban la escena asombrados, retrocediendo un poco hacia atrás. Lo que sí les parecía normal es que cuando Laito recibió un golpe, soltó un gemido.
--- Cállate, quiero dormir. No me molestes con tus tonterías ---se quejó.
De hecho, se levantó con lentitud para ir a su habitación. Allí podría volver a leer la carta con tranquilidad.
--- ¿Desde cuándo se levanta por su cuenta? ---murmuró Ayato.
--- Shu-san, tienes que pegar más fuerte~
--- ¡Laito, cállate!
--- ¡Ayato, si me das una patada en el estómago sí que me duele!
--- Patético ---comentó Kanato, viendo la escena de Laito en el suelo, medio adolorido medio excitado, y Ayato riñéndole.
