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--- ¿Aún no has recibido ninguna pista?

--- Annie, no seas exagerada. Solo han pasado cuatro días desde que me lo dijo ---rodó los ojos ante la exageración de la albina.

--- Ya. Pues como siga así, si consigo averiguar quién es, juro que exageradamente le daré una golpiza por tenerte de esta manera.

--- ¡Annie! ---gritó la Minami en una especie de riña, llamando la atención de algunas personas que caminaban también por el pasillo.

--- Ya, ya, no seas así. Sabes que no lo digo en serio. . . más o menos ---lo último lo dijo en un susurro inaudible para su contraria.

--- No te quejes. Cuando volviste de tu país, lo primero que me has preguntado es sobre ese anónimo y yo solo te he dado respuestas ---soltó un pequeño suspiro, queriendo cambiar de tema---. Entonces, ¿el viernes iremos a celebrarlo?

--- ¿Por qué no? Te advierto que seguramente David y George lleven algo de alcohol y-

--- No pienso tomar ---su ceño se frunció al oír las risas ajenas--- ¡Oye! ¡Ellos son ingleses y tú rusa! Yo no tengo mucho aguante con el alcohol y lo sabes.

--- Eres mitad inglesa también.

--- Para el alcohol no.

Una carcajada seca salió de los labios de la más alta---. Tranquila, no vamos a obligarte a beber ---le guiñó el ojo de manera divertida mientras revolvía sus cabellos---. En fin, creo que debería irme a clase. ¡Nos vemos a la salida, no te olvides! ---gritó mientras se alejaba.

Doyeon rodó los ojos mientras caminaba por los pasillos, sumergiéndose bastante rápido en sus pensamientos. Aunque le había dicho aquello, sí que estaba un poco preocupada, pues hoy no había recibido siquiera una carta.

De nuevo, por andar distraída acabó chocándose contra alguien, pero esta vez no cayó al suelo. Dos grandes brazos se encargaron de sujetarla para impedir que se hiciera daño. Y cuando abrió los ojos, lo primero que visualizó fueron dos orbes zafiro clavados en su rostro de manera seria.

--- Ya es la segunda vez que me choco contigo ---dijo con un tono serio, pero calmado. Tardó un poco, pero soltó aquel agarre, dejando que volviese a la normalidad.

--- ¡Lo siento! Últimamente estoy muy distraída y-

--- ¿Por qué estás triste? ---la interrumpió de repente con esa pregunta, viendo como el rostro femenino mostraba sorpresa.

--- ¿Qué?. . . Y-Yo no- ---y de nuevo fue interrumpida.

--- Las comisuras de tus labios están caídas y tus ojos se ven más apagados de lo normal. Es obvio que te pasa algo.

Doyeon se quedó petrificada por unos momentos--- ¿Cómo sabes. . .? ---esa manera de expresarse le recordaba a alguien, pero no sabría decir quien---. De todos modos, es un poco largo de explicar. Además, no quiero que me mires de manera rara al saberlo.

--- ¿Rara? ¿Por qué lo haría?

--- Es algo que no comprendes.

--- Podría comprenderlo si me lo explicas ---no pudo evitar sonreír por unos leves segundos al oír una pequeña risa de su parte.

--- ¿Tan interesado estás? ---preguntó, con esa mueca de tristeza ya desaparecida de su rostro.

--- Puede ser.

--- Bueno. . .con una condición ---al ver que tenía la atención del mayor, su sonrisa se ensanchó un poco más---. Déjame conocerte.

Al oír eso, el rubio hizo una pequeña mueca---. No creo que sea una buena idea.

--- ¿Por qué no? Sería un trueque: yo te cuento lo que me pasa y tú me dejas saber más sobre ti.

--- ¿Por qué tanto interés?

--- ¿No debería preguntarte lo mismo? ---otra risa salió de sus labios---. Simplemente me gusta hacer nuevos amigos, esto. . . ---se quedó pensativa durante unos momentos, como intentando recordar algo--- . . . Shu ¿cierto? Si no recuerdo mal, ese era tu nombre.

El Sakamaki parecía estar pensándolo durante un rato, que aunque no fue largo, a Doyeon se le hizo eterno. Se notaba un poco de su impaciencia por los movimientos nerviosos de sus piernas. Realmente, a veces era muy infantil.

--- Solo tengo curiosidad ---dijo, respondiendo a su pregunta---. Eres muy obstinada. Pero si quieres. . . ---frunció levemente su ceño al oír un grito agudo de su parte.

--- ¡Genial! Aunque ahora me tengo que ir a clase. ¡Pero el próximo día podemos vernos a la hora del almuerzo! ---exclamó---. Y prometo que mañana te lo contaré ---a su vez, alzó su dedo meñique para ponerlo frente a él.

--- . . . ¿Qué se supone que estás haciendo?

--- ¿Oh? ¿Nunca lo has visto? ¡Es una promesa de meñique! ---explicó---. Yo prometo explicarte todo y tú prometes que seremos amigos. ¡Buenos amigos!

Ese gesto lo veía infantil, mediocre, estúpido. . .y aún así, soltando primero un suspiro de resignación, unió su meñique con el de ella.

Luego, la oyó despedirse y vio como caminaba hacia el lado contrario. Sin embargo, su mente estaba divagando, pensando en lo que acababa de hacer, sin poder quitarse la sensación de su pequeño dedo envolviendo el suyo.

Y Doyeon, por otro lado, el pensamiento y la ilusión de conocer a otra persona, hizo que, por lo que restaba de día, se olvidase de la ausencia de cartas en su casillero.

𝐀𝐍𝐎𝐍𝐘𝐌𝐎𝐔𝐒 ━ 𝐒𝐡𝐮 𝐒𝐚𝐤𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora