Volverá a mí

146 19 4
                                    


Narrador Omnisciente

El amanecer comenzaba a llegar y Susan ya estaba más que lista para empezar ese nuevo dia.

Pero claro, en su mundo siempre consumía una bebida que le encantaba y por más de dos meses que no lo tomaba.

Ya le hacía falta a su organismo un poco de cafeina.

— Buen día —   Saludo Lucy saliendo, viendo a Susan admirando el lindo cielo azul.

— Buenos días Lucy ¿Que tal dormiste? —  Preguntó Susan felizmente, aún le parecía extraño estar en Narnia pero se sentía tan bien.

—  Muy bien ¿Dónde está Caspian y Lilliandil — Preguntó Lucy.

— Creo que aún no despiertan— Dijo Susan restando importancia.

—  Iré a dar un paseo cerca, vuelvo en unos minutos — Aviso Susan partiendo camino.

— Yo veré qué hay de almorzar, regresa antes de que el sol esté en centro — Grito Lucy, asumiendo que su hermana le haíchado.
—  Bien! —  Contesto Susan.

( . . . )

— Ok ¿Dónde habrá un lago? Necesito bañarme — Empezó a hablar Susan consigo misma.

( . . . )

— ¿Dónde está Susan? —  Preguntó Caspian.

—  Fue a dar un paseo ¿Por qué? —  Pregunto e informo Lucy.

—  No están sus cosas —  Respondió Caspian suspirando.

—  ¿Que? —  Preguntó incrédula la morena.

—  ¿Que paso? —  Llegó Lilliandil viendo a Lucy y Caspian con una cara de espanto.

— Saldré —  Fue todo lo que dijo Caspian para salir corriendo a buscar a su amada.

Lilliandil volteo a ver a Lucy para que está le respondiera su duda, pero está solo elevó sus hombros en forma de no saber.

Cosa que dejó con ciertas dudas a la estrella.

( . . . )

Después de unos segundo caminando, Susan logro encontrar un lago hermoso con una pequeña cascada.

Rápido se desvistió para poder bañarse o si quiera lavarse el cuerpo, ya que no quería estar sucia todo el día.

Se metió lentamente al lago, el agua estaba totalmente fría que erizo su cuerpo.

Pero sentía la presencia de alguien, intentaba voltear a todos los lados pero simplemente no lograba ver a esa presencia que la observaba.

Aún así decidió darse una larga ducha.

Conforme más estaba dentro del agua, más se sentía cómoda.

No quería salir, no sabía cuánto tiempo había estado nadando, aún así seguía sintiendo la presencia viéndola.

Pero su cuerpo ya le decía que se fuera de ahí, los dedos de sus manos empezaban a arrugarse como pasas.

Decidió salir con sumo cuidado, sin que nada íntimo estuviese a la vista de aquella presencia.

Al ponerse un vestido campeño de color amarillo escuchó el ruido de unas ramas quebrarse.

— ¡Ya sal, te ví desde que llegaste! — Gritó espantando a la persona que se escondía en un arbusto a escasos metros cerca de ella.

— Lo siento, es qué, vine a buscarte y no quería interrumpir — Se disculpó Caspian, saliendo del arbusto.

— Solo, vamos ¿Quieres? — Ambos tomaron rumbó a la cabaña.

Ninguno dijo nada en el camino, Caspian sentía vergüenza, nunca había visto a Susan completamente desnuda y eso le causaba cierto sonrojó.

Al llegar vieron a una Lilliandil preocupada y a una Lucy molesta.

— ¿Paso algo? — Pregunto el Rey.

— Es que no llegabas, me tenías preocupada — Se acercó la estrella a darle un beso en los labios a Caspian.

Pero este la apartó sin tacto alguno, dejandola algo confundida.

— Perdón por la tardanza Lucy, fuí a darme un baño y de regreso me encontré a Caspian — Mintió por lo último Susan.

— La comida se enfriara, vamos, come — Le ordenó la Reina, que parecía la hermana mayor.

La diferencia de años era notoria, cualquiera que viera a Susan, pensaría que tan solo tiene 16 años.

Y cualquiera que viera a Lucy, diría que tiene unos 30 años, aun que en realidad tenía 19 cortos años.

— Si — Sonrió Susan, comiendo de lo que su hermana le habia preparado.

Al terminar de comer, Susan decidió ir a explorar a lo profundo del bosque.

A lo que la estrella decidió acompañarla, tenía una charla pendiente con la Benévola.

— Susan, se qué aun amas a mí Caspian — Dijo la estrella a espaldas de la castaña.

— Para ti, soy Reina Susan, no te he dado el permiso para tutearme, Lilliandil — Dijo fuertemente Susan.

— Los ví, hace dos días, cuando le diste a Caspian el hermoso collar con un dije de León — Hablo descaradamente enseñandole el collar, que Susan le habia dado a Caspian.

— Tu sólo seras un desliz, él Volverá a mí, tengalo por seguro Reina Susan, pronto se olvidará de usted — Siseo con veneno Lilliandil.

— Caspian no es un trofeo por el cuál comoentir Lilliandil, en todos estos años el nunca a dejado de amarme y... ¿Crees que ahora lo hará? — Susan se acercó peligrosamente a Lilliandil.

— La del desliz, fuiste tú, por que si yo me hubiera quedado, yo seria la esposa de Caspian, no tú — Dijo, y arrancó el collar de Caspian de las manos de Lilliandil.

— Yo siempre seré la primera en todo y tu... Tu sólo serás una más — Susan se alejó de allí, caminando a los mas profundo del bosque con el collar de Caspian en sus manos.

Al llegar a una especie de prado, aventó el collar lo más lejos que pudo.

Si para Caspian hubiera sido un importante regaló, nunca se lo hubiera quitado.

𝑳𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒊𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑵𝒂𝒓𝒏𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora