Justo a la mañana siguiente a primera hora, Susan y Caspian ya estaban más que listos y bien vestidos para ir de caza.
— Seamos honestos Cas, me queda mejor tu ropa a mí que a ti. — Modelo Susan las prendas que traía puestas.
Estas eran una camisa blanca grande de Caspian, un pantalón café algo grande también de Caspian y una correa para poder ajustar la ropa.
— Sabes, me encanta mi nuevo apodo, Cas, es tan lindo, más viniendo de ti — Caspian se acercó peligrosamente a Susan abrazándola y besando levemente el inicio de su cuello.
— Tenemos que ir por los demás ¿Tu esposa también vendrá? — Preguntó Susan alejándose de Caspian, no quería causar problemas y ella ya entendía que Caspian era un hombre casado.
— No lo se, a Liliandil casi no le gusta ese tipo de prácticas, prefiere quedarse en la cabaña cuando tiempo atrás íbamos — Respondió Caspian, viendo a Susan tomar su arco y flechas.
— Bien, iré a preguntar — Susan salió del despacho de Caspian en dirección a la de su hermana menor.
( . . . )
— Luc! — Hablo Susan, ingresando a la habitación de su hermana sin tocar.
— Lo lamento, no sabía que tenías compañía — Se disculpo Susan, al ver a su hermana con la estrella charlando animadamente.
— ¿Por qué estás vestida así Susan? — Preguntó Lucy viendo a su hermana con las prendas de vestir, del Rey Caspian.
— No tenia ropa para la ocasión, así que Caspian me prestó unas de el — Hablo con timidez la peli-castaña.
— ¿Ocasión? — Volvió a preguntar Lucy.
— Era lo que te venía a decir, Caspian quiere ir de caza al bosque — Dijo Liliandil tocándose la frente por no acordarse.
Ya había pasado tres semanas desde que Liliandil había dicho que estaba en cinta.
Pero no se veía bulto alguno en su vientre y eso hacia levantar sospechas a Susan.
— Si podré ir, pero quienes no Peter y Edmund, tienen consejo con los demás reinos — Informo Lucy.
— Rilian tampoco irá, dijo que quería acompañar a sus hermanos — Dijo Liliandil levantándose de la silla en la que se encontraba sentada.
— Iré a preparar mis cosas, Lucy te veo después — Se despidió la estrella, pasando de largo a la Señora de Cair Paravel.
( . . . )
— Ya estoy lista Caspian — Informo Liliandil saliendo de los baños ya cambiada.
— Muy bien, vámonos, será un camino algo largo — Caspian tomo las cosas de su esposa y las de el, para llevarlas hasta el carruaje, el cual les llevaría hasta el lugar en el que se quedarían.
Mientras Caspian acomodaba las cosas, Susan y Lucy bajaron con solo una valija.
— ¿Cuánto tiempo estaremos? — Pregunto Susan al ver tantas valijas.
— Solo dos días — Respondió Caspian acomodando también las cosas de las Reinas de Antaño.
— Bueno... — Fue lo único que pudo decir Lucy, conocía a Liliandil y sabía que aún no sabía el "vamos de caza".
( . . . )
El trayecto fue muy largo, irían a un lugar en el cual nunca antes habían estado.
— Lili, Susan, Lucy... Llegamos — Anuncio Caspian en un susurro, las tres mujeres se habían dormido durante el trayecto.
— ¿Que? — Susan fue la primera en levantarse, pero ni Lucy o Liliandil se querían levantar.
— Yo cargo a Lucy y tú a tu esposa — Ordenó Susan, intentando colgarse a su hermana en la espalda.
— Como tú digas — Caspian cargo a Liliandil y camino frente a Susan enseñándole el camino hasta la cabaña en la cual se quedarían durante los dos días y dos noches.
Al entrar Susan dejo a su hermana en una de las camas y Caspian ingreso a una habitación más privadas y dejo a Liliandil en esa cómoda cama.
— No entiendo cómo pueden dormir tanto — Dijo Susan estirándose.
— El sol se está poniendo, creo que también deberíamos descansar — Propuso Caspian.
A lo que a Susan le pareció una buena idea.
Caspian se dirijo hasta la habitación que comoratiria con la estrella y Susan a la que compartiria con su Hermana.
El atarder ya están por culminar, pero Susan no conciliaba el sueño, así que decidió salir a tomar aire fresco.
Pudo ver a su alrededor tantos aboles tan grandes.
Que recordó la vez que estos mismos le ayudaron en la batalla por la corona para Caspian.
Se acerco a uno de estos grandes y fuertes árboles y los acaricio.
Los sonidos de aves al rededor le traían tanta paz que ni siquiera se había dado cuenta de la presencia de alguien.
— Lo recueradas? — Preguntó Caspian llegando hasta ella.
— Incrédulamente, si — Respondió acariciando el árbol.
— Están en un sueño profundo, pero si el País de Aslan los necesita, ellos despertarán — Dijo Capsian entrelazando su mano, con la de Susan.
— Ves esas aves? — Señaló Capsian.
— Son Aves enamoradas, como tú y como yo, pero ellos pueden dejar ver su amor y ser libres — Susan ya sabía por dónde iba eso, así que retiro su mano de la de Caspian.
Las aves eran unos gorreones de color Verde y Azul.
Que cantaban a la par y no se despegaban hasta para volar libremente por los árboles.
Una sonrisa se dibujo en el bello rostro de Susan, pero se borró al acordarse que era imposible lo de ella y Caspian.
— Entonces serían como tú y Liliandil, que el fruto de su amor fue su hijo — Dijo Susan.
— Susan... — Caspian intento tomar nuevamente la mano de Susan pero está dio media vuelta.
— Ya me dio sueño, nos vemos mañana Caspian — Caspian vio como la chica de piel porcelana ingresaba a la cabaña para poder dormir.
Si quería ser feliz con su amada Susan, debía ponerle punto y final a su historia con Liliandil, pero con un hijo en camino.
Sería muy difícil.

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𝑳𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒊𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑵𝒂𝒓𝒏𝒊𝒂
Fiksi Penggemar𝑳𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒊𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑵𝒂𝒓𝒏𝒊𝒂, 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊𝒅𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝑳𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝑺𝒖𝒔𝒂𝒏 𝒐 𝑺𝒖𝒔𝒂𝒏 𝑳𝒂 𝑩𝒆𝒏é𝒗𝒐𝒍𝒂... 𝑬𝒔𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐