Ella o yo

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─ ¡Susan! ─ El grito de Lucy hizo despertar a casi medio castillo. Su hermana mayor, visiblemente menor  estaba tirada en el piso de la habitación, sin el camisón. Solo en ropa interior.

Susan rápidamente se levanto del piso mareada, la cabeza le dolía y los músculos también.

─ Que fue lo que sucedió Lucy ─ Pregunto tocándose la cabeza mientras se tapaba el cuerpo casi al descubierto. 

Lucy le explico la situación que sucedió ayer con Caspian y del bochornoso momento que paso con casi todos cuando se embriago con Rilian. Tambien que habia amanecido dormida en el piso sin casi nada de ropa.

─ ¿Que hubiera pasado si alguien del servicio llegaba? ─ La reto Lucy aun enojada.

─ Pero no sucedió Lucy, no paso ni pasara. Quiero darme un baño Lu, déjame por favor ─ A regañadientes Lucy se retiro de la habitación de su hermana dejándola darse una ducha larga. 

Susan al terminar de ducharse opto por vestir un vestido rosa para nada extravagante junto a un corset marron y unas botas negras para su comodidad.

Al bajar al gran comedor, ahi estaba Rilian con un aspecto de lo peor. Sus ojos reflejaban cansancio, su cabello rubio desarreglado y la camisa cafe que portaba tenia los primeros cuatro botones desabrochados.

Mostrando su musculatura abdominal.

─ Buenos dias ─ Susurro ella sentándose a un lado de Edmund.

─ ¿Como ha descansado Reina? ─ Pregunto Lilliandil con cierta amargura en su voz.

 ─ Quiero disculparme, por la actitud que tome ayer con Rilian, no fue mi intención causarte problemas Rilian lo lamento tanto. Y quiero decir que si el Rey quiere objetar un castigo al príncipe yo también debo recibirlo ─ Dijo Susan, rectificando el por que el Benevola.

Los presentes se mantuvieron callados, haciendo presente los nervios de Susan que jugaba con sus dedos de forma irregular y un poco brusca.

─ Yo fui quien le llevo el viundux majestad yo soy el que deberia pagar por eso ─ Dijo por primera vez Rilian. Con una voz algo ronca y gangosa por el alcohol que había bebido la noche de ayer.

─ Las acciones dicen mas que mil palabras Susan, estaba usted en una habitación a oscuras en el piso con mi hijo ─  Arremetio Lilliandil.

─ Y te comprendo Lilliandil ─ Intento hablar Susan.

─ No, no lo entiendes Susan por que tu no eres madre, no sabes ni lo sabrás.  No vengas a intentar ser empatica por que no lo vas a lograr ─ Exploto Lilliandil, casi gritándole ala reina que se quedo en su lugar callada.

─ Lilliandil basta ─ Grito Caspian, regañando a su esposa.

─ ¡No! ¡Ya me harte de tu estúpida protección hacia esta mujer, desde que llego solo ha causado problema tras problema, mi hijo nunca se habia comportado de esa manera, llega ella y todo se arruina! ─ Grito abrumada la estrella, estaba sacando todo lo que tenia guardado.

─ No te lo voy a repetir Lilliandil ─ Advirtio Caspian.

─ ¡Nosotros somos tu familia, yo soy tu familia! ¡Jamas y escucha lo bien Caspian, jamas podrás estar con ella. Por que primero estoy yo, después estoy yo y por ultimo estoy yo! ─ Los Reyes de antaño se encontraban en defensa con Susan.

Esperando a que Lilliandil dijera una palabra contra su hermana para saltar en su defensa.

─ ¡Soy tu esposa Caspian, soy la madre de tus hijos! ¡¿Entonces por que siempre la defendibles a ella?! ─ La voz de la estrella comenzaba a romperse y las lagrimas salieron de la estrella a cantaros.

 ─ Decide Caspian. Por primera vez en la vida te lo pido. ¿Ella o yo? ─ Pidió la estrella, casi suplicándole.

─ No me hagas esto Lilli, te lo pido ─ Dijo Caspian intentando tomar sus manos entre las suyas.

 ─ ¿Por que? ¿Por que la elegirías a ella? ¿O por que tienes miedo? ─ Pregunto Lilliandil, con la fina esperanza que el la eligiera, de que Caspian eligiera a su familia por encima del amor de su vida.

Y aun que la estrella lo anhelo con todo su corazon y alma, sabia de la respuesta final de su amado.

─ ¡Responde! ─ Grito Peter, asustando a Susan que con sus manos tapo sus oidos.

Caspian simplemente nego.

─ Lilliandil ─ Las esperanzas que tenia la estrella subieron al cien. Al sentir como su amado Rey la abrazaba, creía que el la había escogido.

─ Te quiero y ten por seguro que siempre lo haré, me diste al heredero que tanto anhelaba y a otro bebe mas. ─ Dijo separándose del abrazo con su esposa. 

─ Pero Susan es la dueña de mi corazon, de mi mente y de mis sentimientos. Susan siempre estará primero en todo y si crees que es necesario que elija a una de ustedes dos. Lo haría sin pensarlo. ─  Se alejo llegando a donde se encontraban los cuatro hermanos.

─ Yo por Susan daría la vida, mi reino y mi sangre ─ Finalizo llegando hasta Susan.

Quería abrazarla y decirle lo mucho que la amaba y que nunca mas estaría sola.

Pero solo se gano una mala mirada por parte de Edmund y una casi golpiza por parte de Peter.


𝑳𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒊𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑵𝒂𝒓𝒏𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora