8.Huida

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Corría bajo la lluvia el me perseguía,iba todo lo rápido posible pero el estaba vez estaba más cerca.

-Gatita,no seas mala,solo quería acariciarte-dijo con esa voz que transmite miedo y locura.

Estaba tocando el piano como cada noche hacia,desde que murió la abuela,me relaja y me sentía más cerca de ella.

Estos dos años han sido una pesadilla,no pude hacer nada cuando le dieron mi custodia a mi padre,un drogadicto que apenas conocía,y del que tanto me quería alejar mi abuelo,era un miserable que me quiso vender para comprar coca con solo 2 años,por eso mi abuelo cogió mi custodia y me protegía de el, aunque el fuera su hijo,me amaba más a mi.

Tampoco había cambiado tanto, seguía siendo el mismo drogadicto,solo quería mi custodia porque pensaba hacer de mi vida mi mayor pesadilla,pero lo curioso es que él no la haría.

Claro al ser menor de edad,tenía que vivir este infierno,había intentado escapar pero las consecuencias eran teribles cuando él me encontraba.

El si ha echo mi vida miserable.

Dalton Mendoza,era mi peor pesadilla, sádico y sociopata,he tenido que convivir con el estos dos años, aguantar muchas cosas,y aún así mi padre no me libraba de el,para el no existía,pero para Dalton era el centro de su vida,el cual desde un principio me puso en peligro.

Era bipolar,y cuando quería golpearme al saber que sabía defenderme me drogaba con heroína, bajaba mi rendimiento de combate y el disfrutaba viendo cómo me volvía vulnerable,y me trataba con un saco de boxeo.

Pasaba semanas en mi habitación encerrada por no verlo,pero el siempre me buscaba,como ahora.

No podía creer que lleváramos la misma sangre,y que no pudiera salir de esta mansión y tuviera que vivir esto una y otra vez.

Lo había intentando hace pocos meses porque no aguantaba más,me humillaba,me golpeaba y lo que más odiaba es no tener el control.Eso llegó a su límite y decidí intentarlo y escapar,no dure mucho cuando él ya me tenia otra vez bajo sus garras.

No sé si ha esto se refería mi abuelo aquel día cuando me marché de esta ciudad,debía ser fuerte si y no dejar que mis miedos me dominarán,pero cada vez mi fuerza mental disminuía.

No era sano para mí, escapar una y otra vez de sus garras cómo está noche,había venido drogado y le había dado un ataque,yo solo estaba tocando el piano,y él me acarició el brazo sentía asco y repulsión,por eso corrí hacia al jardín,no quería estar ahí con el.

No quería pasarme días sin apenas moverme por la paliza que seguramente me iba a dar, aunque sabía que al haber escapado de el mi castigo iba a ser peor.

Llegue al límite de la mansión,unas altas rejas se alzaron sobre mi,iba descalza y con un vestido como al le gustaba verme,pero no me iba a rendir.

Intenté una y otra vez,saltar pero me caía,era demasiado pequeña,pero seguí intentandolo.

-Gatita ,te vas a hacer daño,y luego voy a tener que curarte y sabes que eso te dolerá-dijo en un susurro al lado mia,estaba en el suelo así que me arrastré sin perderlo de vista.

-Dejame yo no te echo nada,solo estaba tocando el piano-le dije en voz baja.

-Haces mucho gatita,cada día y debes pagar por ello-dijo el cambiando su cara a una que no traería nada bueno.

Él era Dalton,mi hermano,para todo el mundo fuera de este mansión el mejor hermano que había recogido a su hermana después del fallecimiento de sus abuelos y le había dado un hogar y amor,o de eso hablaba la prensa.

Samara (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora